El Gobierno de Pedro Sánchez pretende subir las bases máximas de cotización a la Seguridad Social entre un 10% y un 12% durante 2019 para ingresar hasta 1.100 millones más. Así se lo ha comunicado a la Autoridad Fiscal (Airef), cuyo presidente, José Luis Escrivá, compareció hoy en el Congreso para valorar el plan presupuestario que el Ejecutivo ha enviado a la Comisión Europea. Aunque avaló las cifras del Gobierno y considera factible lograr el objetivo de déficit del 1,8% del PIB, avisó de que las previsiones de gasto e ingresos son muy ajustadas.
En la letra pequeña del plan presupuestario se escondía otra de las grandes medidas planeadas por el Gobierno de Sánchez para aumentar la recaudación. El Ejecutivo prevé estimular la cosecha de ingresos de la Seguridad Social. Además de subir las bases mínimas para los autónomos, prevé un aumento de las bases máximas de cotización de hasta un 12%, según explicó el presidente de la Airef en el Congreso, donde acudió a valorar el plan presupuestario que el Gobierno ha enviado a Bruselas para garantizar que España cumple con los objetivos de reducción de déficit y deuda pública.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), el organismo público creado para velar por la sostenibilidad de las cuentas públicas, calcula que este incremento de entre el 10% y el 12% de las bases máximas de cotización supondrá un incremento de los ingresos de la Seguridad Social de entre 1.000 y 1.100 millones adicionales, según ha explicado Escrivá. Gracias a esta medida, reflejada de soslayo en el documento enviado a Bruselas, el proyecto de Sánchez supera el examen de la Airef. “Nos han comunicado medidas posteriores”, explicó Escrivá. “Las cotizaciones pasarían a crecer un 6,7% en 2019, frente a un 5,5% este año”, precisó.
Las bases de cotización son la referencia oficial para calcular lo que tienen que pagar los trabajadores y los empresarios a la Seguridad Social. Aunque esas bases se corresponden con el salario del trabajador, tiene unos límites. En 2018, son 858,6 euros al mes por abajo y 3.803,7 euros por arriba.
Cuando un trabajador gana más de ese tope máximo de 3.803 euros mensuales (45.636 euros al año) no tiene que cotizar por la cantidad que supere ese salario si no solo por ese límite. Al elevar un 10% esa base, el Ejecutivo aumenta la cuantía que tienen que pagar los que más ganan. Según los números de la Seguridad Social, cada punto que se incrementa la base máxima de cotización supone entre 100 millones y 110 millones más de recaudación para el instituto público.
En el documento remitido hace 10 días a la Comisión Europea figura medio escondida una medida de ingresos de la Seguridad Social bajo el siguiente epígrafe: “Incremento de la recaudación por cuotas y de las bases máximas de cotización como consecuencia de la subida del salario mínimo interprofesional a 900 euros” con el que se espera ingresar unos 1.500 millones de euros más. Sin embargo, el Gobierno ha precisado a la Airef, tras pedirle explicaciones, que en esta cantidad no estaba incluida el aumento de las bases máximas de cotización. Es decir, habría que sumar otros 1.000 millones de ingresos. Además, la Airef pidió el detalle del cálculo de los 1.500 millones extra por la subida de las cotizaciones mínimas. El Gobierno explicó que 500 millones salen de subirlas a los trabajadores del régimen general y otros 1.000 millones de subir la cotización mínima a los trabajadores autónomos.
Así que en total serán 2.500 millones de euros adicionales para la Seguridad Social en 2019. Casualmente se corresponde con las dos décimas de más que tendrá que asumir el Gobierno al no haber podido cambiar en el Congreso el objetivo de déficit del 1,3% previsto inicialmente por el Gabinete de Rajoy al 1,8% del PIB que pretende fijar Sánchez. Esas cinco décimas de diferencia se repartirían entre dos décimas para las comunidades y otras dos décimas para la Seguridad Social. Y precisamente son esos 2.500 millones de más que pretende obtener por las cotizaciones.
Aparte de esa novedad, el plan presupuestario que el Gobierno de Sánchez ha enviado a Bruselas recibió ayer el aval de la Airef. En realidad, el plan no es más que un bosquejo de lo que serán los Presupuestos Generales del Estado de 2019, que el Ejecutivo presentará a principios de diciembre.
Aunque Escrivá considera factible el plan dibujado por el Gobierno, “no se aprecia margen para asumir posibles desviaciones en el impacto estimado de las medidas”. El Gobierno planea aumentar los gastos en 2.525 millones. Para financiar estos compromisos y bajar a la vez el déficit público al 1,8% que espera en 2019, prepara una batería de subidas fiscales para recaudar 7.178 millones de euros más. Tras analizar cada una de las medidas, la Airef considera que es factible alcanzar esas cifras. Aunque cree que el gasto podría ser unos 300 millones superiores y los ingresos hasta 1.000 millones inferiores. Y eso si se tienen en cuenta las últimas medidas avanzadas por el Gobierno, como la subida de las bases máximas de cotización, que aportará unos 1.000 millones más.
“La Airef considera que debe ponerse el foco en tres áreas: las figuras impositivas de nueva creación, la incertidumbre asociada al impacto fiscal de la subida prevista del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y la tendencia creciente del gasto de las administraciones territoriales que, entre otros, ha llevado a modificar el escenario publicado en julio de 2018”, señala.
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