La patronal empresarial ha criticado el coste que tendrá para las empresas y trabajadores el incremento de la base máxima de cotización a la Seguridad Social, un aumento considerado insuficiente para los sindicatos. Las reacciones al anuncio realizado el jueves por el presidente de la Autoridad de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, de los planes del Gobierno de incrementar entre un 10% y un 12% la base máxima de cotización a la Seguridad Social, no se han hecho esperar.
Según los datos que maneja la AIReF, dicho incremento (que no está cuantificado en el plan presupuestario remitido por el Gobierno a la Comisión Europea) afectará a 1,5 millones de trabajadores que cotizan por la base máxima, al tiempo que tendrá un impacto de entre 1.000 y 1.100 millones de euros. El Ministerio de Trabajo no ha confirmado el incremento, a la espera del visto bueno de Bruselas al plan presupuestario para 2019, tras lo que hará pública una propuesta que someterá a las recomendaciones de la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo y de patronal y sindicatos en la mesa de diálogo social.
El incremento de la base máxima, es decir, el nivel a partir del cual un salario no cotiza, implicaría elevarla desde los 45.644 euros anuales de la actualidad, hasta los 50.208,4 euros (con un alza del 10%) o los 51.122 euros (con una subida del 12%) el próximo año. Ello conlleva un incremento de los costes tanto para las empresas como para los trabajadores que cotizan por la base máxima, algo más de un millón de personas, según los datos de la CEOE.
La patronal ha cuantificado que el alza del 12% de la base máxima de las cotizaciones sociales tendría un impacto de 1.760,9 millones de euros para las compañías y de 342,3 millones para los empleados. Algo menor sería en el caso de que el incremento fuera del 10%, con un coste anual para las empresas de 1.467,5 millones de euros, mientras que los trabajadores aportarían 285,3 millones más. Para Cepyme, este incremento supone un encarecimiento de los costes laborales, que comprometerá la competitividad de las empresas españolas frente a sus socios europeos y penalizará su actividad nacional e internacional, la inversión y, por supuesto, el empleo.
Los sindicatos ven margen para elevar más allá del 12% la base máxima de cotización a la Seguridad Social, incluso llegando a su destope, es decir, a que los trabajadores coticen por la totalidad de su salario. Tanto CCOO como UGT consideran además que, con el objetivo de mantener la contributividad del sistema, los incrementos de las bases máximas de cotizaciones deben ir acompañados de alzas también de la pensión máxima (36.000 euros anuales). El líder de UGT, Pepe Álvarez, ha ido incluso más allá y ha considerado factible un «destope» de la pensión máxima.
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