Un nuevo giro inesperado sobre el impuesto hipotecario. El pleno del Tribunal Supremo ha rectificado, de nuevo, su criterio y ha estimado que es el cliente y no el banco el que tiene que pagar el impuesto de actos jurídicos documentados (ADJ).
La decisión, que vuelve a cargar el tributo al cliente tal y como fijó el Supremo en marzo de este año, libra a las comunidades autónomas de tener que devolver hasta 5.000 millones de euros. Dicha cuantía la había admitido horas antes la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante su intervención en el Foro Cinco Días, patrocinado por Ibercaja, en el que reconoció que las comunidades autónomas podrían verse obligadas a devolver dicha cuantía si el alto tribunal confirma que es la banca quien debe pagarlo y abre la puerta a devolver el dinero indebidamente cobrado a los contribuyentes durante los últimos cuatro años.
Montero aseveró que, llegado el caso, el Estado ayudaría a las comunidades autónomos a hacer frente a semejante impacto, y solicitaría a Bruselas comprensión para evitar un impacto directo en el déficit y se dirigirá a la banca para que cubra el monto que debía haber abonado.
Más allá, la ministra avanzó que la Agencias Tributaria ultima una herramienta para facilitar la devolución del IRPF cobrado sobre la prestación de maternidad, práctica que la justicia ha tumbado, para abonar a los contribuyentes entre 1.100 y 1.200 millones de euros en función del número de reclamaciones, correspondientes a las declaraciones de los últimos cuatro años. Además, ha avanzado que el Ejecutivo no endurecerá la tributación por módulos de los autónomos, una medida prevista para enero de 2019.
En el plano presupuestario, Montero, ha pedido al resto de fuerzas políticas del país «diálogo sin prejuicios» para llegar a acuerdos que permitan que «la economía esté realmente al servicio de las personas». He hecho, ha afirmado a la prensa antes del foro que «en absoluto» trabaja en un escenario de prórroga para 2019 de los Presupuestos de 2018, elaborados por el anterior Gobierno. Montero se encuentra en plena negociación parlamentaria para sacar adelante los Presupuestos de 2019 que el Ejecutivo ha pactado con Unidos Podemos. Busca ahora el apoyo del PNV, así como el de los partidos independentistas catalanes ERC y PDeCAT, que han avanzado que no los apoyarán en protesta por los políticos presos por el procés.
La responsable de Hacienda ha aseverado que no contempla el escenario de tener que prorrogar los Presupuestos del PP de 2018 para tener cuentas en 2019. «Hay que dejar que las cuentas maduren, si son buenas para españoles y catalanes, no hay motivo para que los independentistas no las apoyen.
La ministra también ha criticado la política económica del PP, afirmado que sus medidas fiscales restaron 12.000 millones de euros de recaudación, el equivalente al presupuesto de ciencia e investigación, e incluso de educación. «Lo ocurrido en nuestro país es singular respecto a otros países. Los españoles han vivido una política económica que ha acentuado la dureza de la crisis», aseguró, antes de afirmar que los recortes no sirvieron para rebajar deuda o cumplir con Bruselas. «Es la política del palo y la zanahoria», ha ilustrado, aseverando que la lección aprendida es que «una bajada de impuestos no incrementa la recaudación».
«El autoproclamado milagro económico del Gobierno anterior», ha apuntado Montero, ha sido una «política de devaluación interna a costa de empobrecer a los trabajadores y aprovechar los vientos de cola favorables» que suponían la política monetaria acomodaticia, la rebaja del petróleo y el aumento de turismo. Como resultado, ha denunciado, es que se ha «precarizado el empleo», y se ha dejado «sin oportunidades» a toda una generación de niños.
«No rehuyó la autocrítica. Creo que la socialdemocracia no estuvo en ese omento en el lugar que esperaban los ciudadanos», ha admitido, achacando a esta falta de iniciativa el hecho de que los votantes les hayan dado la espalda durante los últimos años a los partidos socialistas europeos, nacionales y locales.
«Habrán oído que España está en una desaceleración económica que avanza otra recesión coincidiendo con el nuevo Gobierno. La realidad es que la política económica del PP llegó a su techo hace años, en 2015», y desde entonces la economía ha perdido fuelle, ha dicho Montero.
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