El Banco de España ha vuelto a actualizar las cuentas de las ayudas públicas dadas por perdidas por el Estado por el rescate o saneamiento de 14 entidades financieras desde 2009, principalmente por las cajas de ahorros, ya que la caída de Banco Popular en junio de 2017 no entra en este cómputo.
La factura ahora se eleva a 64.349 millones de euros, que corresponden al balance actualizado a cierre de 2017 y donde desglosa la recuperación de 4.477 millones por parte del FROB de los 54.353 millones que inyectó, lo que supone un 8,23%. Mientras que el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) ha ingresado 673 millones de los 9.745 millones utilizados. Este coste ha sido asumido por el Estado a través del FROB y por el FGD, cuya financiación depende de las entidades financieras.
De esta forma, los ciudadanos pierden a través del erario público 42.017 millones de euros –el Banco de España ha corregido hoy esta cifra por un error en la información que emitió ayer, donde aparecían 42.621 millones–, mientras que la factura de los bancos asciende a 22.332 millones de euros desde 2009.
El mayor impacto corresponde al rescate de Bankia (con BMN), por 24.069 millones de euros, de los que el Banco de España calcula que el FROB pueda recuperar hasta 9.857 millones (calculado a precio de mercado al cierre de 2017), una vez que culmine el proceso de privatización de la entidad, en principio previsto para finales de 2019, pero que ahora el Gobierno de Pedro Sánchez estudia retrasar nuevamente, ante la baja cotización de sus acciones.
Esta cifra es 2.341 millones menos de lo previsto en julio de 2017. Esto significa que las pérdidas irrecuperables por rescatar a la firma que cuando fue rescatada presidía Rodrigo Rato ascienden a 14.212 millones. A esa cantidad que se podría recuperar con la venta del 61% del capital que controla el FROB en Bankia hay que sumar los 5.150 millones ya obtenidos -a razón de 4.477 millones para el FROB y 673 millones para el Fondo de Garantía de Depósitos-, con lo que el total se elevaría a 15.007 millones.
La mayor parte de las ayudas recuperadas por el Estado provienen de Banca Cívica, con 977 millones, CajaSur, con otros 800 y Catalunya Banc y NovaCaixa Galicia, con 782 y 783 millones, respectivamente. En cuanto a CEISS (creado por la fusión de Caja España y Caja Duero y ahora fusionado en Unicaja), la institución que dirige Pablo Hernández de Cos, calcula que tras la salida a Bolsa de Unicaja se han recuperado 604 millones de los más de 1.000 millones aportados por el Estado en forma de ayudas y provisiones.
Pero la principal novedad en los cálculos del Banco de España, que actualiza anualmente, está en que da por perdidos 1.642 millones de los 2.192 que el Estado invirtió en Sareb. Esto es el 75% del importe total de las ayudas. El presidente de Sareb, Jaime Echegoyen, ya explicó en el Congreso a su paso en la comisión que investigaba la crisis financiera, que era complicado que se recuperará la inversión realizada en este conocido como banco malo. El Estado controla en Sareb el 49% de su capital, el resto está en manos de la banca.
El total de ayudas que el Banco de España considera recuperables es de 14.334 millones. Esta cantidad supone el 22,36% del importe total de dinero público concedido en el periodo 2009-2017, después de añadir los 9.745 millones de euros del FDG. Los 54.353 millones de euros restantes provienen exclusivamente de fondos públicos.
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