El Banco Central Europeo (BCE) tiene previsto dejar de comprar deuda antes de que acabe el mes de diciembre, poniendo así punto final a su programa de adquisición activos, que incluye la compra de bonos soberanos y de empresas, así como la de cédulas hipotecarias y titulizaciones, según indicaron desde el instituto emisor.
De este modo, el BCE contempla finalizar sus compras varios días antes de que termine el año, anticipándose así a la menor liquidez del mercado durante esas fechas, con el objetivo de reducir las posibles distorsiones del mismo.
El instituto emisor ha interrumpido cada año las compras de activos en el marco de su programa de relajación cuantitativa en torno al 21 o 22 de diciembre para evitar distorsionar los mercados en un periodo de menor liquidez. En este sentido, un portavoz del BCE confirmó que este año «está previsto hacerlo, pero las fechas exactas aún no se han comunicado».
El BCE acumula activos por importe de 2,56 billones de euros en el marco de su programa de compra de activos (APP), de los que 2,09 billones de euros corresponden al plan de compra de deuda pública lanzado en marzo de 2015, además de otros 176.878 millones en deuda de empresas, así como 262.211 millones en cédulas hipotecarias y otros 27.775 millones en titulizaciones.
A falta de las últimas semanas para concluir su programa de compra de deuda pública, el BCE acumulaba hasta el final de noviembre bonos españoles por importe de 259.203 millones de euros, después de que la entidad adquiriese 2.534 millones en el penúltimo mes de 2018.
De este modo, la deuda soberana española representó en noviembre el 25% de las compras realizadas por el BCE, aunque en relación al total de la cartera acumulada desde el lanzamiento de este programa el peso de los bonos españoles era del 12%, manteniéndose así en cuarta posición, por detrás de Alemania, Francia e Italia, y en línea con la clave de capital correspondiente a España sin tener en cuenta a Grecia, que no ha participado en el programa, así como a los países ajenos al euro que sostienen el capital del BCE.
Por el contrario, los socios del euro con menor presencia en la cartera de deuda adquirida entre marzo de 2015 y noviembre de 2018 por el banco central de la eurozona fueron Estonia, con un total de 7 millones, seguida de Chipre, con 504 millones, y de Malta, con un total de 1.152 millones.
El BCE anunció el pasado mes de junio que llevaría a cabo desde el pasado mes de octubre compras mensuales de activos a un ritmo de 15.000 millones «hasta el final de diciembre de 2018», cesando estas a partir de entonces.
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