Los Estados de la Unión Europea y el Parlamento han llegado a un acuerdo para cubrir los bancos de la UE los créditos que entren en mora. El acuerdo llega nueve meses después de que la Comisión Europea publicase su propuesta para unificar la legislación sobre morosidad, una de las patas de la Unión Bancaria. La propuesta aún debe ser aprobada por el pleno del Parlamento Europeo.
El acuerdo fija un calendario para provisionar los créditos que entran en mora, según el cual los préstamos que no estén respaldados por activos tendrán que provisionarse al 100% pasados tres años desde que entre en mora, según la nota de prensa remitida por la Eurocámara.
Para los créditos que estén respaldados por activos se han fijado dos calendarios diferentes, según el tipo de activos. Los préstamos con garantía inmobiliaria tendrán que provisionarse al 100% nueve años después de entrar en mora; cuando la garantía sea de otro tipo, a los siete años.
En ambos casos, durante los dos primeros años no se exigirán garantías. El tercer año se provisionará el préstamo al 25%, al siguiente al 35% y al quinto al 55%. A partir de ahí el calendario de provisiones es más favorable para los créditos con garantía inmobiliaria, que tienen cuatro años para cubrirse al 100%, mientras el resto tiene solo dos.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, ha afirmado que “el acuerdo de hoy garantiza que los bancos tendrán menos mora en sus balances, lo que elevará su solidez y les permitirá financiar los negocios. Cuento ahora con el Parlamento y el Consejo para que pacten las propuestas sobre el desarrollo de un mercado secundario de créditos morosos”.
Los eurodiputados Esther de Lange (PPE) y Roberto Gualtieri (socialdemócratas) también han dado la bienvenida al acuerdo. Las medidas acordadas son similares a las guías no vinculantes sobre morosidad aprobadas en marzo por el BCE, que también fijaban calendarios. En el caso de la propuesta del BCE, se fijaban dos y siete años para los créditos sin y con garantía; la Comisión proponía dos y ocho. El acuerdo final es algo más generoso, al fijar tres y entre siete y nueve años.
La necesidad de fijar un calendario de provisiones común había despertado algunas suspicacias en la UE, especialmente por las reticencias del Gobierno italiano, que en noviembre de 2017 logró retrasar la puesta en marcha, por parte del BCE, de una propuesta vinculante. La banca italiana se disparó en Bolsa. El nuevo acuerdo llega precisamente cuando Bruselas está negociando con Roma el presupuesto italiano para 2019. Hoy el comisario Pierre Moscovici ha afirmado que la UE «está trabajando día y noche» para evitar una sanción a Italia.
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