En los últimos latidos de este 2018 se acelera el pulso de las renovadas metas para el horizonte que abre el próximo ejercicio. Uno de los propósitos más habituales para enfrentar el inicio de año suele ser apuntarse a un gimnasio. No obstante, este sector igualmente se ha fijado un objetivo para el 2019: lograr que se rebaje su carga impositiva, de un 21% desde el 2012, medida que ocasionó varios cierres y despidos. El incremento generalizado hace seis años del IVA bajó en varios sectores el año pasado, pero no en éste. El consumo indirecto de alcohol, por ejemplo, tributa a un 10%. Desde FNEID, la patronal, afirman a elEconomista.es que «aunque los precios más rasos de un gimnasio sean asequibles para la mayoría, otra postura en política fiscal no sólo beneficiaría a los empresarios y a los ciudadanos que quieran practicar deporte, sino que redundaría en la salud de la sociedad». Así, el Consejo Superior de Deportes concluye que «cada euro invertido en actividad física representa un ahorro de 2,9 euros en Sanidad y Farmacia». Por su parte, Hacienda confirma a este medio que no entra en sus previsiones rebajarlo.
El 1 de septiembre de 2012, época fuerte de crisis económica en España, diversos sectores comenzaron a lidiar con la imposición de una subida del IVA al 21%, entre ellos el correspondiente a los gimnasios, que experimentó un aumento de 13 puntos, hasta entonces disfrutaba de un IVA reducido del 8%, que en su día pasó al 10%. Sin embargo, muchos, tales como las flores, balnearios, festejos taurinos, teatro o la consumición de bebidas espirituosas en una discoteca, bajaron al tipo reducido de un 10% en 2017. Alberto García Chápuli, gerente de la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas (FNEID), la patronal, admite a elEconomista.es que «en aquel momento, asumes que todos debemos ser solidarios, pero hoy no entendemos cómo unos servicios vinculados con la salud, y cuyo uso da al sistema sanitario un ahorro sanitario brutal, sigue en un 21%». En esa línea el Consejo Superior de Deportes avala en un informe que «el incremento de la actividad física lograría un ahorro anual de 5.000 millones de euros», esto es, un retorno de 2,9 euros por cada euro invertido. Según datos oficiales del Ejecutivo, la recaudación gracias al IVA en los gimnasios alcanzó los 44.967.014 de euros en el ejercicio anterior.
Para Chápuli, la economía del sector, que, según un estudio de Deloitte, cuenta con una penetración en España de un 11% (5,2 millones de usuarios) «se ha ido recuperando y se ha compensado el número de instalaciones cerradas, pero hasta 2015 fueron años durísimos y de muchísimos cierres», algo que obligó «a cambiar el modelo y dio lugar a la entrada de inversores de fondos extranjeros con los low cost». Según datos de FNEID, tras la adopción de esta subida del IVA, se cerraron 800 centros deportivos en España y hubo un descenso del 40% de los usuarios, destruyéndose de esta manera el 30% de los puestos trabajos. ¿Y las instalaciones deportivas públicas? «Las entendemos como complementarias y no como competencia, no pueden dar servicio a todo el mundo», contestan desde la patronal.
Desde la patronal inciden en que no sólo buscan el beneficio del sector. «El Ministerio de Sanidad asegura que hay 52.000 muertes al año en España provocadas directamente por el sedentarismo. Claro que si hay más usuarios habrá más margen que beneficiaría al sector, pero tendríamos también una sociedad más sana. ¿Por qué conformarse con ese 11% de participación?», argumenta Chápuli. ¿No es sólo un mensaje amable en pos de un beneficio (lícito) para el empresario? «No es eso exactamente. Contra ese sedentarismo sólo se puede luchar con una vida más activa. Se trata de fomentar el deporte. Vendemos algo positivo, que entendemos como un derecho, no como un lujo, y lleva porcentaje de esto último». En esa línea, Ángel García señala que «yo tengo mucho público de 40 años en adelante que viene porque se quiere sentir saludable».
De momento, la carga fiscal del 21% en este sector permanecerá. El Gobierno de Sánchez no tiene pensando, al menos en el corto y medio plazo, efectuar una modificación. Fuentes del Ministerio de Hacienda confirman a elEconomista.es que «a día de hoy las únicas rebajas del IVA que se contemplan son las relativas a los productos de higiene femenina y a los servicios veterinarios, que se llevarán a cabo cuando se presenten los Presupuestos. Además, las mismas fuentes, señalan que «somos conscientes de la reivindicación que hacen los gimnasios y de los argumentos que plantean. Cada sector legítimamente pide la suya y hay que evaluar cómo se le da cabida» y avisa de que «las bebidas alcohólicas tienen también su propio gravamen». Para la patronal, no estar incluida en esas previsiones del Ejecutivo se debe «a que nadie lo ha liderado. En el pacto PSOE-Podemos se acordó bajar el IVA a los servicios veterinarios. Alguno de ellos tuvo ese interés. Nosotros, a pesar de haber tenido reuniones con todos los grupos parlamentarios, no conseguimos que vaya hacia adelante».
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