La UE propondrá que todas sus políticas fiscales tengan que aprobarse por mayoría cualificada a partir de finales de 2020, una medida polémica para eliminar los vetos nacionales. Bruselas va a proponer esta semana que todas las políticas fiscales de la UE tengan que aprobarse por mayoría cualificada a partir de finales de 2020, una medida muy polémica cuyo objetivo es eliminar los vetos nacionales que defienden firmemente muchos estados miembros.
Tras señalar que la política fiscal de la UE «no está alcanzando todo su potencial», la Comisión Europea publicará un informe en el que argumenta que, debido a las exigencias de la economía mundial, ha llegado «el momento de reconsiderar los puntos de vista tradicionales sobre la soberanía». Jean-Claude Juncker, el presidente de la Comisión, señaló anteriormente que quiere reducir los poderes nacionales en materia fiscal que durante mucho tiempo han permitido a países como Luxemburgo, Irlanda y Malta tener regímenes fiscales únicos favorables a la inversión. Los grandes estados miembros también han utilizado sus poderes de veto para proteger aspectos o ventajas competitivas de sus sistemas fiscales.
El informe de la Comisión contiene una ‘hoja de ruta’ para eliminar gradualmente los poderes de veto en asuntos fiscales que, según ella, «pueden utilizarse indebidamente para satisfacer intereses nacionales específicos». Dado que muchos estados miembros han presentado serias objeciones a ceder más soberanía, los expertos creen que es muy poco probable que la propuesta sea aprobada. De hecho, cuando se informó a los estados miembros de la propuesta la semana pasada, algunos dijeron que no era aconsejable que la Comisión la hiciera, ya que sería explotada por los partidos nacionalistas y populistas en las elecciones al Parlamento Europeo de mayo.
La Comisión cita numerosos ejemplos de planes fiscales fallidos o estancados debido a las objeciones de los estados miembros, como una base imponible y un IVA común, el impuesto a los servicios financieros y el impuesto digital. «Los estados miembros a veces defienden su soberanía y el voto por unanimidad simplemente para bloquear las propuestas fiscales de la UE y proteger sus propios intereses. Algunos han creado un sistema fiscal competitivo con el fin de atraer a determinadas actividades comerciales o consumidores», dice el informe de la comisión.
El informe también señala que, aunque la «competencia en materia fiscal dentro de la UE no es algo malo en sí mismo», ha obligado a los Gobiernos nacionales a aplicar menos impuestos a aspectos de ámbito internacional y más a aspectos nacionales como el impuesto sobre la renta y el IVA. Como consecuencia, «los trabajadores, los consumidores y las empresas nacionales tienen que pagar más impuestos, lo que socava la equidad de los sistemas fiscales.
Como primer paso, la Comisión va a proponer ampliar el sistema de voto por mayoría cualificada de la UE a ámbitos que no están relacionados con los derechos fiscales nacionales ni con la capacidad de definir las bases y los tipos impositivos, como tomar medidas para luchar contra el abuso fiscal o «reforzar el mercado único».
En una segunda fase se aplicarían medidas fiscales para promover objetivos políticos específicos en campos como la sanidad, el cambio climático o la protección del medio ambiente, mientras que en la tercera fase se tratarían aspectos ya armonizados en la legislación de la UE, como los impuestos especiales. La Comisión recomienda que estas medidas se aprueben antes de finales de 2019.
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