A diferencia del mercado del alquiler de vivienda, que se ha recuperado muy rápidamente tras la crisis del ladrillo de la pasada década, el mercado de oficinas mantiene un ritmo al alza más lento, tanto en lo que se refiere a las rentas pagadas, como, sobre todo, a los nuevos espacios contratados.
El pasado año, los dos grandes mercados de oficinas del país, Madrid y Barcelona, se recuperaron sobre todo en precios de los alquileres que pagan las empresas, llegando a las cifras de 2006, el año previo a los máximos de la serie histórica. La renta prime, es decir, el alquiler pagado en las mejores ubicaciones, alcanzó los 34,50 euros por metro cuadrado al mes en Madrid, lo que supone un alza del 10,4% en el último ejercicio, según un informe de la consultora inmobiliaria JLL. En el caso de Barcelona, la subida interanual es del 8,6%, llegando a los 25,25 euros.
Estos niveles se acercan mucho a los máximos. En Madrid, la renta prime alcanzó los 40 euros en 2007 y 2008. En el caso de Barcelona, únicamente 2007 reflejó unos importes mayores a los de 2018, reflejando la recuperación del mercado de oficinas. Esta cifra de renta prime recoge lo que se conoce como máximo consolidado, explicado como lo que se paga en operaciones de más de 500 metros cuadrados en las mejores ubicaciones y excluyendo casos excepcionalmente altos.
Estas zonas prime se ubican en el entorno de la Castellana en Madrid y en la Diagonal en Barcelona. “No vemos síntomas de agotamiento en las zonas prime. Tienen todavía un recorrido amplio porque no hay producto de calidad y el que sale al mercado se alquila muy rápido”, explica José Miguel Setién, director de negocio de oficinas de JLL. Para 2019 se espera un crecimiento medio anual del 3,1% en Madrid y del 1,7% en Barcelona.
En zonas más alejadas a los centros financieros, la recuperación de precios, según este experto, ha sido más lenta y puede suponer un tercio del coste, aunque con porcentajes de crecimiento parecidos durante el pasado año.
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