El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, se refirió este martes a la reputación del sector financiero, la cual pidió mejorar introduciendo medidas que mitiguen el riesgo de comisión de conductas inapropiadas. Hernández de Cos efectuó estas declaraciones durante su intervención en la cena oficial del IX Spain Investors Day, manifestaciones que, además, se producen en plena tormenta por el caso ‘BBVA-Villarejo’.
En su discurso, el gobernador del Banco de España reiteró la necesidad de que la banca española continúe con la reducción de los activos improductivos, necesaria para mejorar su rentabilidad y su capacidad de asignar recursos a las actividades económicas que más contribuyen al crecimiento. Hernández de Cos explicó que la reducción de activos improductivos originados con anterioridad al establecimiento de los mecanismos únicos de supervisión y de resolución europeos puede facilitar nuevos avances para culminar la Unión Bancaria, que permita compartir riesgos macrofinancieros dentro del euro y reforzar los mecanismos de gobernanza.
«Esto dotaría al sistema financiero europeo -y, por tanto, a la moneda única- de mayor solidez y capacidad de resistencia frente a perturbaciones financieras futuras», subrayó el gobernador del Banco de España. Al mismo tiempo, indicó que otro de los retos de las entidades bancarias es el de fortalecer su capital y los pasivos susceptibles de ser empleados en caso de necesidad de recapitalización interna para poder afrontar en «óptimas» condiciones los requisitos regulatorios todavía pendientes, en especial en materia de resolución.
De igual forma, consideró necesario que los bancos aumenten su rentabilidad, pero no «a costa de una indebida relajación de los estándares de concesión de crédito», a la vez que pidió aprovechar el nuevo entorno tecnológico. «Aunque representa un gran reto, supone también una oportunidad», añadió. En todo caso, valoró que se ha llevado a cabo un «intenso proceso de saneamiento, recapitalización y reestructuración» del sector bancario, que, en los últimos cuatro años y medio, ha mejorado «notablemente» su situación en parámetros básicos, como la calidad de sus activos o sus niveles de rentabilidad y de solvencia.
En particular, apuntó que entre diciembre de 2013 y septiembre de 2018 los préstamos dudosos se han reducido en más de 120.000 millones de euros y los activos inmobiliarios adjudicados se han contraído en 20.000 millones de euros. De igual forma, la rentabilidad sobre recursos propios ha vuelto a registros positivos y superiores a la media de la zona del euro desde el desplome en 2012, cuando se situó en el -25%. La ratio de capital total, por su parte, ha aumentado 1,7 puntos porcentuales en los cuatro últimos años, mientras que las ratios de apalancamiento y de liquidez se encuentran por encima del promedio europeo.
Powered by WPeMatico