El punto de partida es que España recauda poco, o, en todo caso, menos de lo que debería. La presión fiscal sobre el PIB –según el informe– es del 34,5%, casi 7 puntos inferior a la media de la zona euro, similar a la de Hungría y muy lejos de países con economías similares (en Francia es el 48,4% y en Italia, el 42%).
No es que a lo largo de estos años no hayan aumentado los impuestos, pero lo que ocurre, según Oxfam, es que el aumento fue a cargo de la contribución de familias y asalariados, mientras que descendió la recaudación proveniente de empresas y rentas de capital. Por ejemplo, el Impuesto de Sociedades suponía en el 2007 unos 22,3 de cada 100 euros recaudados, ahora tan sólo unos 12, mientras que 83 pesan sobre los núcleos familiares (al sumar IRPF, IVA y otros impuestos).
“A pesar de que las compañías hace tiempo que recuperaron su nivel de beneficios, todavía se recauda la mitad que antes de la crisis”, denuncia Oxfam. Un fenómeno agravado, según estas fuentes, por el hecho de que la evasión y elusión fiscal perjudican la recaudación. “Las empresas del Ibex cuentan con casi mil filiales en paraísos fiscales”, recuerdan. Este desequilibrio hace que el sistema fiscal no sea progresivo y la capacidad redistributiva, limitada.
Esta tendencia, asegura Oxfam, se extiende a escala mundial. “El actual sistema tributario mundial depende fundamentalmente de impuestos como el IVA, cuando los gobiernos han ido reduciendo los tipos máximos tanto en el impuesto sobre la renta como en la empresarial a lo largo del tiempo. Entre el 2015 y el 2017 los impuestos sobre los salarios han aumentado un 0,6%, cuando el gravamen sobre los beneficios empresariales, en el mismo arco de tiempo, ha bajado un 0,5%”. ¿Davos tomará nota?
La pregunta es si las bajas temperaturas anunciadas en Davos (Suiza) esta semana, que oscilarán entre -15Cº y -6Cº, serán el adelanto de otro enfriamiento: el de la economía global. Hoy el FMI y las Naciones Unidas presentarán sus primeras previsiones, que anuncian nubarrones.
Con más de 3.000 participantes y sesenta jefes de Estado la edición de este año destacará también por las sonadas ausencias de Donald Trump, que ha retirado toda la delegación norteamericana por el cierre de la administración estadounidense; de Theresa May, enfrascada en las negociaciones del Brexit y de Emmanuel Macron, que se enfrenta a los chalecos amarillos. Pedro Sánchez será el primer presidente español que atenderá la reunión desde José Luis Rodríguez Zapatero (que tuvo que recurrir a la traducción simultánea). Entre los otros estrenos, dos representantes del nuevo populismo global: el italiano Giuseppe Conte y el máximo mandatario brasileño, Jair Bolsonaro.
Powered by WPeMatico