El empleo se recupera en el mundo. Los 172 millones de parados que había en 2018 equivalen al 5% de la población activa, la tasa más baja en una década. Pese a esta mejora, preocupa el deterioro en la calidad del trabajo. Y en los países desarrollados, España encabeza las estadísticas de temporalidad. En una comparativa con 18 países europeos, España registró la mayor proporción de contratos de seis meses o menos, según la Organización Internacional del Trabajo.
“La prevalencia de contratos temporales de corta duración puede exacerbar la sensación de inseguridad de los trabajadores, aumentando la volatilidad de sus ingresos y frustrando sus carreras profesionales. La evidencia sugiere que la tasa de pobreza crece cuanto menor sea la duración del contrato”, asegura el informe publicado el miércoles por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Y en la comparación del peso de estos contratos en Europa, España bate récords.
La OIT alerta sobre los riesgos crecientes de la precariedad. “Después de haberse estabilizado entre 2014 y 2016, la incidencia del trabajo temporal vuelve a crecer de nuevo en Europa. El porcentaje de trabajadores temporales sobre el total está aumentando especialmente en España, donde en 2017 alcanzó el 26,8%, el porcentaje más alto desde 2008”, asegura el documento de la OIT.
La agencia de la ONU que reúne a Gobiernos, empleadores y trabajadores de 187 países incide así en un fenómeno ya conocido: la recuperación del empleo en España de los últimos años se ha hecho, como ya ocurrió durante el boom del ladrillo, primando los contratos de peor calidad.
Del total de contratos temporales que tenía España en 2017, en torno al 60% tenían una duración de seis meses o menos. Un porcentaje por delante de Croacia, Italia, Bélgica y Finlandia, todos ellos con más del 50% de contratos cortísimos sobre el total de los temporales. En el extremo opuesto están Alemania, Holanda, Dinamarca y Austria, donde el peso de los contratos de seis meses o menos está por debajo del 25% del total de temporales. En Alemania y Dinamarca, los empleos de más de un año de duración suponen más de la mitad de los temporales, mientras que en España rondan el 10%.
“No es sorprendente que los países donde la duración media de los contratos es relativamente corta sean más proclives a registrar porcentajes altos de empleo temporal involuntario”, señala el informe. Como ejemplo negativo vuelve a salir España, ya que se dice que es en este país donde más del 85% de los empleados temporales están en esa situación porque no encontraron un trabajo indefinido. España, una vez más, encabeza aspectos negativos del mercado laboral europeo. Países como Bélgica, Grecia o Italia registraron un porcentaje también alto, por encima del 75%. Por el contrario, más de un 90% de los trabajadores temporales austriacos lo son por voluntad propia; porcentaje que en Alemania se queda en el 85%.
La OIT también analiza qué parte del empleo a tiempo parcial se explica por una decisión personal —ya sea porque el afectado desea pasar más tiempo en familia o porque estudia o está en un periodo de prácticas en una empresa— y cuál se debe a las condicionales laborales de un país, incapaz de ofrecer al trabajador una jornada laboral completa.
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