Así lo pactaron a finales del pasado año las principales asociaciones del colectivo y el Gobierno de Pedro Sánchez, a cambio de una mejora en las coberturas sociales de los autónomos y del compromiso del Ministerio de Trabajo de estudiar una fórmula que permita adaptar estas cotizaciones en función de los ingresos reales de estos trabajadores.
Cabría pensar que los autónomos tendrán que esperar a ver qué Gobierno sale de las próximas elecciones para saber si se implantará, y en qué condiciones, la cotización por ingresos reales. Bien es cierto que algunas asociaciones de autónomos han exigido que esta cuestión quede aprobada antes de que lleguen las elecciones. Aunque el tiempo juega en su contra, y otras asociaciones desconfían de que un proceso así pueda llevarse a cabo con tanta celeridad, cuando se lleva meses trabajando en una propuesta de difícil encaje en los procesos de trabajo de la Seguridad Social.
Por lo tanto, quedaría por ver si se pone en marcha la cotización por ingresos reales. Y, mientras tanto, los cambios de base que suelen traer los Presupuestos Generales, año tras año. Así como el Salario Mínimo Interprofesional, cuyas evoluciones también afectan a la cuota. Todos estos cambios incrementarían lo que pagan los autónomos. Pero es que, independientemente de que se produzcan o no, los autónomos ya saben seguro que pagarán más el año que viene.
Desde la crisis económica de 2008, la cuota de autónomos ha pasado de una base mínima de cotización de 817,20€ a los 944,35€ actuales. Es decir, en 11 años se ha incrementado un 15,56%. Una de las materias que más subidas ha experimentado desde el inicio de la recesión económica de 2008 ha sido la cuota de autónomos: De los 817’20€ de cotización por base mínima a la actual cuantía de 944,35€, suponen una subida de 127,15€. Un incremento de 15’56% al que llegamos de la siguiente manera:
De cara al próximo 2020, el tipo de cotización para los profesionales del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos se incrementará un 1%, situándose en el 30,3%. Esta subida variará el cese por actividad, que ascenderá hasta el 0,8%, y las contingencias comunes al 1,1% para situarse en el 28,3%. En 2021 también se incrementará otro 1%, lo que fijaría el tipo de cotización en el 30,6%. Las contingencias profesionales supondrían un 1,3%, el cese de actividad u 0,9% y la formación profesional el 0,1%.
Con todo ello, e inevitablemente, este aumento del tipo de cotización implicará una subida en la cuota mensual de los autónomos españoles. No obstante, estas subidas no serán a cambio de nada, como ocurría hasta hace muy poco. Los autónomos que sean padres o madres, que se den de baja por enfermedad o que decidan cesar su actividad tendrán unos derechos y unas prestaciones mucho más similares a las que tienen los trabajadores por cuenta ajena.
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