De hecho, el 77,2% de los contribuyentes afirma que ha recibido información suficiente sobre este importante documento a través del cual se determina el IRPF que cada uno de ellos debe al erario, y que este año se puede presentar hasta el 26 de junio para declaraciones a ingresar y hasta el 1 de julio para las demás. Pero lo que realmente parece faltar es la formación, ya que más de la mitad admite no tener los conocimientos fiscales necesarios para cumplimentarla. Así, la gran mayoría se fía de los datos que encuentra en el borrador que le entrega Hacienda y cuatro de cada 10 presenta la declaración personalmente, sin pedir ayuda a nadie. Este es el perfil mayoritario del contribuyente frente al acontecimiento tributario anual más trascendente, según una encuesta del comparador bancario iAhorro a más de 3.000 personas en todo el territorio español.
“¿Qué dificultades se encuentra a la hora de hacer la declaración?”, preguntaron a los participantes del estudio. El 56,2% contestó que no tiene suficientes conocimientos fiscales. Por rangos de edad, el porcentaje más alto –65,2%– se encontró entre los más jóvenes, de 18 a 24 años, seguidos por los de entre 35 y 44 años (63,2%). “Me parece difícil”, respondió otro 33,2%, y “No me fio de los datos de la Agencia Tributaria”, indicó el restante 10,6%.
“Todo ello denota claramente el déficit en formación financiera, incluso en temas básicos como puede ser la cumplimentación de una declaración sencilla”, constata Antonio Gallardo, experto en finanzas. Los encuestados indicaron también cómo o dónde, en su opinión, se debería aprender todo lo relacionado con la Renta. Para casi un tercio de ellos, sería en la educación secundaria, mientras que el 28,2% cree que debería ser la Agencia Tributaria quien se debería encargar de lanzar planes informativos más completos sobre esta materia. El 21,9% considera que esta formación podría ser impartida a sus trabajadores por las empresas. Por el contrario, el quinto remanente sostiene que cada ciudadano es responsable de su propia formación.
Pese a las dificultades que encuentra, el 43% de los contribuyentes presenta personalmente su propia declaración a través del servicio de tramitación del borrador. Es decir, ni pide cita en la Agencia Tributaria (lo que sí hace el 28,8%), ni encarga la declaración a un amigo o un familiar (opción escogida por el 19,6%), ni contrata a un profesional con este objetivo, como dice el 8,2%. Los que más autonomía reivindican son los contribuyentes de entre 45 y 55 años de edad (69,2%), seguidos por los de entre 35 y 44 años (67,2%). En el otro extremo, entre los mayores de 65 años, se dispara al máximo el porcentaje de quienes recurren al apoyo de la Agencia Tributaria (un 63,2%).
La escasez de conocimientos en ámbito fiscal no es óbice a que la confianza en los datos fiscales personales recopilados por Hacienda en el borrador de la declaración sea extremadamente alta. O, tal vez, la aliente. El 71% de los participantes en la encuesta declaró fiarse del borrador y solo el 15,4% consulta a un experto para comprobarlo. El 13,6% prefiere rehacer los cálculos por sí mismo. “Los esfuerzos de la Agencia Tributaria para hacer más accesible la declaración explica que sean sobre todo los mayores y los que presentan declaraciones más complejas, como los autónomos, quienes recurren más a los asesores fiscales”, explica Gallardo. No obstante, para este experto “es vital que a ello se acompañe una mejora del conocimiento general sobre la declaración”.
Si los expertos aconsejan mejorar algunos aspectos de la fiscalidad a lo largo del año o, al menos, revisarla durante el mes de diciembre –el último del ejercicio– con el objetivo de pagar menos IRPF en la siguiente declaración, solo la mitad de los contribuyentes los escucha (el 25,9% y el 27%, respectivamente). Por el contrario, el 47,1% se preocupa por este impuesto solo una vez que la campaña de recaudación ya ha empezado, a toro pasado. Los que más descuidan este aspecto son los jóvenes de 18 a 24 años (tres cuartas partes de ellos declaran mirar cuánto tendrá que pagar de IRPF solo cuando les toca hacer la declaración). Procuran hacerlo a lo largo del año sobre todo los contribuyentes que tienen entre 56 y 64 años (48,2%). El porcentaje más ingente de quienes revisan su fiscalidad a final de año se registra en el rango que va de los 35 a los 44 años (41,7%).
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