Los mercados internacionales se asoman a un lunes de notables pérdidas después de que Donald Trump hiciese saltar por los aires meses de negociación comercial entre China y Estados Unidos. Las perspectivas de que la guerra comercial diera paso a la distensión han sido uno de los elementos clave en la escalada de los mercados: el Ibex marcó mínimo a principios de año, menos de un mes después de que Beijing y Washington pactaran iniciar unas negociaciones que no habían dado señales de embarrancar hasta ayer domingo.
Los mercados de China bajan más de un 7%, mientras los futuros europeos bajan en torno al 1,7%. Las pérdidas llegan al mercado del petróleo: el Brent cae el 2% y el West Texas, el 3%. Sea una táctica de negociación o sea el resultado de que dicha negociación ha fracasado, los dos tuits de Trump, en los que adelanta que los aranceles sobre 200.000 millones de dólares en importaciones pasarán del 10% al 25%, han hecho saltar por los aires la estabilidad del mercado. Junto con el frenazo a las subidas de tipos y los resultados empresariales, las negociaciones comerciales han sido el principal impulsor de las Bolsas. Este miércoles estaba prevista la llegada a Washington de la delegación china encabezada por el viceprimer ministro, Liu He, pero Beijing se estaría planteando retrasar el viaje.
Atónitos ante la repentina partida de póquer, los inversores salen de los activos de riesgo en busca de los refugios habituales. Sufre el yuan chino, con un descenso del 1,3%, el mayor desde 2016, mientras el yen japonés repunta el 0,3%. Los inversores suelen apostar por la divisa nipona ante las tormentas financieras. Un papel que en Europa ocupa el franco suizo (+0,18% ante el euro) o el dólar, que sube menos con menos fuerza. Se cambia a 1,1186 unidades por cada euro.
Los analistas destacan que la guerra comercial es de los factores que puede cambiar la totalidad del mercado, y esperan una presión bajista muy intensa si la situación no se reconduce. Las débiles perspectivas de la economía global pueden deteriorarse, especialmente en China, en caso de escalada arancelaria. Y existe el riesgo de que este rearme comercial afecte a otros mercados; los aranceles que preveía aplicar Trump sobre los automóviles son el ejemplo más cercano de un conflicto aparcado.
Con los mercados de deuda en Europa aún cerrados, los futuros sobre los bonos de Estados Unidos han subido durante la madrugada, dentro de la huida masiva de dinero hacia cualquier activo considerado refugio.
La clave estará, en el muy corto plazo, en si China decide cancelar el viaje de su delegación, algo que el mercado se tomaría muy mal pero que hoy por hoy parece una probabilidad cercana. E, inmediatamente a continuación, si Trump cumple su amenaza de elevar los aranceles. Los analistas apuntan que un conflicto traería consigo estímulos monetarios en China (el Banco Central, de hecho, ya rebajó esta madrugada los requerimientos de reservas a los bancos de menor tamaño) y posiblemente, acercaría la posibilidad de una bajada de tipos, dada la debilidad de las perspectivas económicas.
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