La Comisión Europea (CE) impuso este jueves una multa de 1.068 millones de euros a los bancos Barclays, RBS, Citigroup, JPMorgan y MUFG por su participación en dos cárteles en los mercados de cambio de divisas con once monedas diferentes, acuerdos que según Bruselas «socavaron la integridad del sector».
Una investigación de la CE determinó que varios agentes de los bancos involucrados «intercambiaron información sensible y planes de intercambio, y ocasionalmente coordinaron sus estrategias a través de salas de chat en internet», lo que les permitió «tomar decisiones informadas» sobre si comprar o vender moneda y cuándo hacerlo.
El primer cártel, bautizado «Banana Split para tres», involucró A agentes de bolsa de Barclays, RBS, Citigroup y JPMorgan entre el 18 de diciembre de 2007 y el 31 de enero de 2013 y se ha saldado con una multa de 811.197.000 euros. El segundo, llamado «Essex Express», reunió a agentes de Barclays, RBS y MUFG entre el 14 de diciembre de 2009 y el 31 de julio de 2012 y ha concluido en una sanción de 257.682.000 euros.
La firma suiza UBS, involucrada en ambos cárteles, no ha sido multada por ser la que ha revelado a la Comisión la existencia de estas prácticas ilegales, por las que le hubiera correspondido abonar 285 millones de euros en sanciones.
«La investigación de la Comisión reveló que algunos agentes individuales a cargo de los intercambios de divisas en Forex en nombre de los bancos, intercambiaron información sensible y planes de comercio», señala Bruselas, que añade que estas conversaciones tenían lugar en salas de chat en internet que desvelan que los «brokers» se conocían personalmente.
Algunos de los agentes creaban inicialmente la sala de chat donde se intercambiaba la información, incluyendo «actualizaciones continuas sobre sus actividades comerciales», y posteriormente invitaban a otros competidores directos a unirse.
Los agentes intercambiaban información sensible como las órdenes de intercambio de los clientes, las diferencias entre los precios de compra y venta de dos divisas en transacciones específicas y otros detalles de operaciones de intercambio de divisas ya planeadas. Las once monedas afectadas son, además del euro, los dólares estadounidense, canadiense, neozelandés y australiano; la libra británica; el yen japonés; el franco suizo, y las coronas danesa, sueca y noruega.
«Estas decisiones mandan un claro mensaje de que la Comisión no va a tolerar prácticas colusorias en ningún sector de los mercados financieros. El comportamiento de estos bancos socavó la integridad del sector con un coste para la economía y consumidores europeos», dijo en un comunicado la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager.
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