El 2 de julio, el contribuyente recibirá el cargo en la cuenta bancaria elegida. Cabe recordar que solo podrán optar por el pago mediante domiciliación bancaria aquellos que presenten la declaración como tarde el 26 de junio. No obstante, el contribuyente no tiene por qué realizar el desembolso de una sola vez, es decir, la AEAT da la posibilidad de fraccionar el pago en dos sin sobrecargo alguno.
En este caso, abonará el 60% de la deuda el 2 de julio y el 40% restante el 5 de noviembre. Esta opción también es posible para aquellos que no opten por la domiciliación bancaria. En este caso, tendrán que cumplir con el primer pago al presentar la declaración e ingresar el segundo en una entidad bancaria colaboradora con la AEAT antes del 5 de noviembre.
Asimismo, la Agencia Tributaria da otras opciones para afrontar este desembolso. Si la deuda supera los 1.000 euros, el contribuyente podrá dividir el pago hasta en 12 meses a un interés del 3,75% anual, prorrateado en función de los meses que solicite fraccionar el pago. Por otra parte, si la deuda no alcanza los 1.000 euros, también podrá fraccionarla en los meses que desee (con el interés antes mencionado) siempre que los pagos no sean inferiores a 30 euros al mes.
En el caso de que el compromiso con el fisco supere los 30.000 euros (por ejemplo, si ha habido un incremento del patrimonio), podrá fraccionar el pago hasta en tres años siempre que cuente con un aval bancario, o hasta en dos años, si se ofrece un inmueble como garantía. Todo ello a un interés del 3,75%.
Además de las posibilidades que ofrece Hacienda, los bancos también cuentan con productos específicos para fraccionar el pago del IRPF, a tipos claramente superiores. Unicaja ha lanzado el Préstamo Renta Fácil Positiva que permite fraccionar el pago hasta en 12 mensualidades. Tiene una comisión de apertura del 1% y la TAE varía en función de la cuantía del préstamo y el plazo elegido. CaixaBank modifica el interés del Préstamo Financiación Renta según la vinculación del cliente. Su comisión de apertura es más elevada, del 2%, y su plazo de amortización, más limitado (11 meses).
Los intereses de los préstamos ofrecidos por BBVA y Deutsche Bank también varían en función del cliente y del plazo que solicite para fraccionar la deuda, con comisiones de apertura del 2,5% y el 2%, respectivamente. En este sentido, el Préstamo Credi-Renta db permite aplazarlo hasta 12 meses, siempre y cuando la deuda oscile entre los 600 y los 15.000 euros.
La oferta de Banco Santander, por su parte, permite fraccionar el pago en 10 meses con una comisión de apertura del 3% y una TAE del 6,9%. Superior es el interés aplicado en el producto de Abanca, de entre el 12,09% y el 16,96%, según el plazo de amortización elegido (hasta 12 meses) y con unas cuotas mínimas mensuales de 25 euros. En este caso, el pago se fracciona a través de la tarjeta de crédito y su servicio Dinero Express –traspasa fondos de dicha tarjeta a la cuenta del cliente–. Otras entidades, como Bankia, Sabadell, Bankinter o Kutxabank, no cuentan con productos específicos, aunque ofrecen la posibilidad de fraccionar el pago con Hacienda por medio de sus créditos al consumo.
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