Los emprendedores que tributan por el régimen de estimación objetiva, como se conoce oficialmente al régimen simplificado de módulos, declararon una renta media anual de 10.073 euros durante 2016, casi 1.500 euros menos de lo que ganaban antes de la crisis financiera, según los últimos datos difundidos por la Agencia Tributaria. La mayoría de estos pequeños empresarios, casi ocho de cada diez, se declaran mileuristas y tributan de media un 7,27%, frente al 15,33% de los trabajadores asalariados o el 20% del resto de emprendedores.
Las estadísticas de la Agencia Tributaria permiten trazar un perfil más o menos realista de la realidad económica del país. Una de las recientes remesas de datos de Hacienda, sobre los Rendimientos de Actividades Económicas del IRPF de 2016, sirven para ilustrar como la mayoría de los 2,1 millones de profesionales y autónomos del país se declaran mileuristas, pese a que la economía avanza a todo trapo y las empresas cada vez ganan más. Lorenzo Amor, presidente de la patronal ATA, precisa que en las cifras difundidas por Hacienda no se incluyen las cotizaciones a la Seguridad Social, unos 3.300 euros al año.
Aun así, los ingresos netos declarados por estos emprendedores son muy inferiores a las que confiesan los asalariados al fisco. Los 16,2 millones de trabajadores por cuenta ajena que presentaron la declaración del IRPF en 2016 confesaron al fisco percibir unos ingresos medios de 20.558 euros, 2.158 euros más que en 2007. La diferencia entre las rentas declaradas por los autónomos que se acogen al régimen de módulos y los asalariados (10.484 euros) es la mayor desde, al menos, 2007, cuando la crisis financiera comenzó a mostrar sus colmillos.
Escarbando en las fuentes tributarias se vislumbra que los notarios y registradores son los profesionales que más tributan por el IRPF en España, casi un 40% de sus rentas netas. Los auditores de cuentas y los entrenadores y jugadores de fútbol completan el podio de los profesionales que más pagan al fisco en su declaración de la renta.
En el extremo opuesto, sobresalen los autónomos que tributan en el régimen de módulos, conocidos como moduleros. A diferencia de los anteriores que pagan por estimación directa —el fisco les aplica un gravamen en función de sus ingresos reales—, los autónomos que tributan el IRPF por estimación objetiva o módulos pagan al fisco en función de unos coeficientes relacionados con los metros cuadrados de su local, el número de empleados o el consumo eléctrico, entre otros indicadores. La estadística de Hacienda dice que apenas pagan un 7,27% de sus ingresos.
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