Las previsiones económicas de verano llegan con buenas noticias para España: Bruselas aumenta dos décimas hasta el 2,3% la previsión de crecimiento español para 2019 y lo mantiene en el 1,9% para el 2020, señalando que el segundo trimestre ha superado las expectativas de crecimiento gracias a un aumento del consumo.
España estrenó la era del inicio de la lenta desaceleración de una forma especial, con un primer trimestre muy bueno, con un crecimiento intertrimestral del 0,7%, por encima de lo previsto. La Comisión Europea prevé ahora en este segundo trimestre una débil desaceleración hasta el 0,6%, una décima por debajo que, en los tres primeros meses del año, pero también por encima de lo previsto gracias a que el consumo ha recuperado cierta fuerza.
La Comisión Europea tiende a ser más optimista que el Gobierno, pero por el momento ambos coinciden en su previsión para 2019. El que sí es más optimista es el Banco de España, que a principios de junio revisó el crecimiento español y lo hizo bastante al alza: desde el 2% al 2,4%, por encima de las expectativas de Bruselas, del Gobierno y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Banco de España sí señala que para este segundo trimestre no podrá confiarse tanto en el consumo de los hogares, aunque aumentará la inversión en bienes de equipo y el consumo interno seguirá siendo fuerte, coincidiendo con la previsión de la Comisión Europea en que haya cogido algo de más músculo durante el segundo trimestre.
Cuando se trata del horizonte futuro el Ejecutivo comunitario espera que el crecimiento se estabilice ya en el 0,5% intertrimestral hasta que finalice el 2019. “Se espera que la demanda interna, y en particular el consumo, siga siendo el principal motor del crecimiento”, señala el informe de la Comisión Europea. Bruselas espera que la creación de empleo vaya perdiendo fuelle los próximos meses y que, junto a un aumento de los salarios, esto “apoye el crecimiento de los ingresos disponibles y una mayor tasa de ahorro de los hogares”.
Con un Gobierno en funciones los datos económicos vuelven a sonreír a España. “Hasta ahora llevamos varios años en esta situación de impase político, y la economía española se ha desacelerado suavemente, pero se está comportando mucho mejor que el resto de socios europeos. Hasta el momento parece que no ha tenido impacto”, ha asegurado una fuente comunitaria.
Sin embargo, sí hay un punto en el que el bloqueo se paga caro. “Es verdad que puede tener un cierto impacto en el ritmo al que se lleven las reformas que están pendientes”, apunta. Otra fuente señala que “en principio”, si España empieza a verse lastrada por la “incertidumbre política” lo hará por la parte de las inversiones.
Los datos son peores para la Eurozona. Aunque la Comisión Europea mantiene el crecimiento del 1,2% para 2019, los técnicos han rebajado las expectativas para el próximo ejercicio, dejando el aumento del PIB de la zona euro en un 1,4%, una reducción de una décima respecto a las previsiones de primavera.
“La economía europea sigue expandiéndose en un contexto global difícil”, ha señalado Pierre Moscovici, comisario de Asuntos Económicos y Financieros. “Dados los numerosos riesgos – en referencia al contexto de tensiones comerciales globales – debemos intensificar los esfuerzos para fortalecer todavía más la capacidad de recuperación de nuestras economías y de la zona euro en general”, ha asegurado el francés, haciendo hincapié en la necesidad de profundizar la reforma de la Unión Económica y Monetaria, que entra ahora en una nueva fase decisiva hasta finales de 2019.
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