Además de los problemas económicos, los profesionales del turno de oficio también tienen que enfrentarse a estas dificultades en su día a día. Y, como en muchos otros trabajos, la mujer es quien más padece las agresiones o la intimidación de los clientes (o los clientes de la parte contraria).
No obstante, y con motivo del Día de la Justicia Gratuita y el Turno de Oficio que se celebró el pasado viernes, Luis Álvarez, abogado de la Asociación de Letrados por un Turno de Oficio Digno (ALTODO), advierte que, de no tomarse medidas de protección, cualquiera de los 46.100 profesionales que ejercen de oficio (uno de cada tres), puede convertirse en víctima o sufrir consecuencias mayores.
Una de las situaciones que propicia las amenazas y las demandas de los clientes contra sus abogados es el no haber ganado su caso. Algo que, además, según Álvarez, sale gratis porque lo hacen a través del servicio de justicia gratuita con el fin de lucrarse o simplemente pleitear. “Hay quienes tienen hasta 50 abogados designados porque quieren asustar a los letrados que les han defendido antes”, explica, ante la ausencia de límites en la concesión de justicia gratuita en casos de amenazas a juristas.
A esta situación se suma otro problema. El nuevo Código Deontológico de la Abogacía, aprobado en mayo, incluye la obligación de los letrados de entregar a sus clientes, si ellos lo piden, toda la información que tengan de su caso, ya sean grabaciones, autos o documentos donde puede aparecer la dirección, el teléfono o los datos de la otra parte.
Muchos profesionales están preocupados por este cambio (ante el que no se les ha preparado) porque facilita su localización. “Es como darle la cerilla al pirómano”, explican algunos abogados que creen que así se pone en riesgo a testigos protegidos, víctimas de violencia de género o, incluso, menores.
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