La patronal catalana Foment del Treball ha exigido a todas las administraciones este lunes un plan de 10.000 millones de euros para terminar infraestructuras estratégicas estancadas en Cataluña para el periodo 2019-2013. Además, la organización ha cifrado en 28.000 millones de euros el déficit inversor en infraestructuras catalanas en los 10 últimos años.
Entre estas obras a medio camino se encuentran el Corredor Mediterráneo, Rodalies de Catalunya, la B-40 entre Abrera y Terrassa y la ampliación y finalización de la L-9 de metro. Estas y muchas más se agrupan en el registro CAT-100, un catálogo con 100 infraestructuras pendientes por acabar en Cataluña que la patronal ha presentado.
El vicepresidente de Foment y presidente de la Cámara Oficial de CCOC, Joaquim Llansó, ha recordado que hace cinco años ya se presentó un catálogo con las 100 infraestructuras básicas por terminar como el citado y que, a día de hoy, además de sumarse 11 nuevos proyectos, solo se han finalizado cuatro.
Para poder revertir el déficit, Foment ha demandado que se destine el 2,2% del PIB catalán, 5.000 millones de euros anuales para el conjunto de las administraciones, a la licitación de obras para seguir el ritmo del resto de países en Europa, reclamación que la Cámara de Contratistas de Obras de Cataluña (CCOC) pide desde hace años.
Respecto al ministerio de Fomento, la patronal pide que se priorice la lanzadera al Aeropuerto de El Prat, la estación de la Sagrera, paralizada desde hace tres años, y los accesos ferroviarios al Puerto de Barcelona.
Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment, ha expresado que es una “auténtica vergüenza” que haya obras licitadas inacabadas desde hace más de 10 años y ha pedido a todas las administraciones un acuerdo sobre infraestructuras estratégicas para recuperar la competitividad de la economía española y catalana.
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