Ha lanzado el concurso para contratar la empresa que se encargará de espiar a las entidades financieras y vigilar así cómo comercializan entre el público los productos financieros. Los empleados de la firma se harán pasar por clientes y realizarán visitas o llamadas telefónica sin revelar su actuación por cuenta de la CNMV (en la jerga, esta fórmula se denomina mystery shopping).
La licitación fue publicada el pasado 9 de julio en la Plataforma de Contratación del Sector Público y en ella se detalla que el importe base de la licitación es de 65.600 euros para un plazo de dos años. Si bien, este es ampliable por un año adicional, lo que podría elevar el valor estimado del contrato a 98.400 euros. La presentación de ofertas concluirá el próximo jueves 25 y la adjudicación se realizará en septiembre. Será a partir de entonces cuando arranque el proceso de mystery shopping.
Durante el periodo del contrato, la entidad realizará al menos una comprobación del proceso de comercialización de productos financieros con un mínimo de 100 visitas. El número máximo de comprobaciones será de cinco y el de visitas, de 1.200. En una misma investigación, la CNMV podrá solicitar la realización de “visitas a las sucursales u oficinas de atención al público de un máximo de ocho entidades diferentes a la vez, distribuidas por todo el territorio nacional”, señala el pliego de prescripciones técnicas de la licitación.
El supervisor explicó a inicios de año que contrataría una firma para que le ayudara en investigaciones concretas, por ejemplo, en la obtención de información sobre la actividad de chiringuitos financieros. La CNMV efectuó el primer mystery shopping en 2016 y publicó sus resultados en febrero de 2017.
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