Ante la situación económica actual, los españoles son más partidarios de hacer recortes para ajustar las cuentas públicas que el resto de sus principales socios europeos. También son más pesimistas ante el desempeño económico del país y demandan una mayor presencia del Estado del Bienestar para cubrir los servicios y prestaciones básicos. Estas son solo algunas de las conclusiones del Estudio Europeo de Valores 2019 publicado este lunes por la Fundación BBVA, que examina un amplio conjunto de valores y actitudes de la población de los cinco mayores países de la Unión Europea: Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España, realizado entre abril y julio.
Una amplia mayoría de la sociedad española (67%) es favorable de hacer ajustes en el gasto para equilibrar las cuentas públicas, un porcentaje que es 10 puntos superior a la media de los otros cuatro países comunitarios, y solo superado por Francia (72%). También contrasta con Alemania, país que abandera un estricto control de déficit, donde apenas un 49% de la población respalda esta premisa y un 37% que prefiere aumentar el gasto, aunque ello implique un desfase presupuestario, un porcentaje que baja al 15% en el caso español.
Ello a pesar de que hace apenas tres meses Bruselas sacó finalmente a España del procedimiento de déficit excesivo, lo que le convirtió en el último país comunitario en abandonar el brazo correctivo de las cuentas públicas de la UE al que estuvo sometido durante una década. Para este año, el Gobierno sigue comprometido en cerrar las cuentas con un desfase presupuestario del 2% de PIB, si bien Bruselas cree que el déficit alcanzará el 2,3%.
En España, el apoyo a los recortes es mucho más evidente por parte de quienes se consideran de derechas (82%) que por quienes se posicionan en la izquierda (58%), aunque conviene destacar que el respaldo de la izquierda española está más cerca del que da la derecha europea (64%), de lo que lo hace la izquierda europea (49%).
Según detalla la Fundación BBVA, el mayor respaldo a los recortes está ligado con una visión más pesimista del desempeño económico del país. Así, solo un 20% de la sociedad española considera que la situación económica nacional es buena o muy buena, si bien ese porcentaje dobla cuando se trata de valorar en esos mismos términos positivos su situación personal (42%).
Solo los italianos perciben peor la situación de su país (apenas un 8% tiene una visión favorable), frente 26% de Francia, el 48% de Reino Unido (pese a la incertidumbre del Brexit) y el 68% de Alemania (a pesar de los temores de una posible recesión). Unos datos que también contrastan con las buenas previsiones de la Comisión Europea para España, que calcula que este año seguirá creciendo a ritmo bastante sólido (en el 2,3% del PIB), muy por encima del resto de sus socios comunitarios: Alemania (0,5%), Francia (1,3%), Italia (0,1%) o Reino Unido (1,3%).
Otro aspecto que diferencia a España del resto de socios europeos es el papel que atribuye al Estado del Bienestar. Una inmensa mayoría de españoles (76%) considera que es el Estado quien tiene la responsabilidad principal de garantizar unas condiciones de vida dignas a sus ciudadanos, mientras que apenas un 20% considera que es responsabilidad del propio individuo. A España le sigue de cerca Italia (64% cree que es el deber del Estado) y, a cierta distancia, Francia (54%). Mucho más lejos se sitúan Reino Unido (44%) y Alemania (41%).
Los españoles también demandan un mayor nivel de prestaciones al Estado (especialmente cobertura sanitaria y pensiones de jubilación) que el resto de sus socios, y comparten además una mayor expectativa de intervención estatal en el control de diferentes facetas del mercado (precios, salarios o beneficios de las empresas).
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