El BCE ha realizado ya la primera subasta de su nueva ronda de liquidez condicionada a la concesión de crédito, conocida como TLTRO III, en la que ha adjudicado 3.400 millones de euros, muy por debajo de las estimaciones que apuntaban a una demanda de entre 20.000 y 100.000 millones de euros, en una nueva señal de la pérdida de efectividad de las medidas de política monetaria de la institución.
La subasta de liquidez, a la que han acudido 28 entidades –entre las que no figuran los bancos españoles ni las grandes entidades italianas, principales demandantes en otras ocasiones–, forma parte del último paquete de medidas de estímulo con el que el BCE se ha conjurado para evitar la recesión en la zona euro, si bien su lanzamiento ya fue anunciado en el pasado mes de julio. El BCE realizará este tipo de subastas de liquidez con carácter trimestral hasta marzo de 2021.
El objetivo es incentivar la concesión de crédito por parte de las entidades financieras, en un momento de debilidad económica en la zona euro y mientras crecen las incertidumbres relacionadas con la guerra comercial y con el Brexit. El BCE ha decidido además rebajar al -0,5% la facilidad de depósito, en 10 puntos básicos, retomar las compras de deuda en 20.000 millones de euros al mes a partir de noviembre y renunciar a dar una estimación temporal de cuándo podría producirse una subida de tipos de interés, que queda vinculada sin más al acercamiento de la inflación al objetivo del BCE del 2%.
El BCE ha mejorado las condiciones de concesión de liquidez de las nuevas líneas TLTRO, cuyo plazo ha quedado ampliado de dos a tres años. El cumplimiento de los objetivos en concesión de crédito que establecen estas líneas de liquidez permite una bonificación para los bancos de hasta el 0,5%, el equivalente a la tasa de depósito (-0,5%), siempre que eleven su volumen de crédito en el plazo de tres años. En el peor de los casos, si ese crédito no aumenta, logran financiación a coste cero. Sin embargo, estos incentivos no han propiciado la demanda de liquidez por parte de los bancos, que han hecho la petición más baja con diferencia de todas las subastas de este tipo realizadas por el BCE. En la primera subasta del programa TLTRO-II se adjudicaron casi 400.000 millones de euros y acudieron más de 500 entidades.
«Los bancos consideran que captar aún más liquidez si luego no van a prestarla no tiene interés. Ya hay mucha liquidez, pero no hay en cambio demanda de crédito en el sector privado en la zona euro», explica Rui da Mota, consultor de mercados de AFI. El BCE ha tenido poco éxito en esta primera subasta de la línea TLTRO III a pesar también de haber establecido un sistema de escalonamiento o tiering por el que los bancos quedan liberados en buena parte de la penalización que existía por su exceso de liquidez y que entra en vigor a partir del próximo 30 de octubre.
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