El presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, prevé un crecimiento económico en torno al 2% en los próximos años para la economía española, aunque ha alertado sobre el nivel de déficit público y en especial el de las comunidades.
Escrivá ha asistido a un desayuno empresarial organizado por NavarraCapigtal.es en el que ha afirmado que hoy hay dos visiones: una de crecimiento suave y otra de un nuevo periodo recesivo, «y la verdad es que los datos son mixtos y podrían avalar una posición u otra», ha dicho.
El indicador del sector servicios da la sensación de estabilidad, ha añadido, pero la industria está más debilitada al ser más dependiente del exterior y «el mundo se ha complicado mucho» ya que hay «factores de riesgo», aunque se ha mostrado optimista con respecto al consumo interno.
Con una economía «mucho más equilibrada de lo que ha sido en el pasado», cuando se han vivido situaciones de incertidumbre similares a la actual, Escrivá ha afirmado que, con la estructura productiva de hoy, con un menor peso de la construcción, con el mercado exterior con superávit y una inflación nada comparable, no es de esperar una caída brusca.
Una idea que ha avalado también en el ahorro neto de las familias, del que el presidente de la AIReF ha destacado que la compra de la vivienda ya «no erosiona» el consumo como ocurrió en 2007 y 2008, puesto que lo que se destina a hipotecas e intereses en función de la renta es una cantidad «relativamente cómoda», por lo que no ve una situación de «vulnerabilidad financiera».
«Y seguimos en crecimiento sin apenas crédito» por el «intenso desapalancamiento de las familias, una novedad en España», y por la «situación financiera saneada» de las empresas, que han dispuesto en los últimos años de recursos propios y autofinanciación, ha añadido. Los costes laborales unitarios reflejan también «una ganancia en competitividad» al haber crecido menos que en la zona euro.
Escrivá ha destacado que los riesgos latentes exteriores son numerosos y hay una percepción que incide de forma negativa, mientras que en España las cosas han cambiado para bien, aunque persisten altas tasas de paro, aumenta la desigualdad y la situación fiscal es «complicada».
La AIReF calcula que el déficit en 2019 en el conjunto de las administraciones públicas será del 2% del producto interior bruto (PIB), con buenos datos en la administración central y en la Seguridad Social, y con una situación «difícil» para los ayuntamientos y «muy difícil» para las autonomías, no así en el caso de Navarra, que tiene una situación «muy cómoda», ha precisado.
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