«Estamos fichando a un cuerpo de élite. No nos conformamos con la gente normal». Carlos Cervantes, jefe de la Dependencia de Control Tributario y Aduanero de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes de la Agencia Tributaria (Aeat), reconoce de este modo la «extrema complejidad» de la fiscalidad internacional y los precios de transferencia. Por ello, la Agencia Tributaria ha decidido poner todos sus recursos sobre las multinacionales, con la suma de sus mejores inspectores y las mejores herramientas digitales.
Más del 90% de los expedientes que manejan en la Delegación Central estudian asuntos de fiscalidad internacional. Esta situación ha obligado a Hacienda a multiplicar sus esfuerzos en la lucha contra el fraude y la erosión de las bases imponibles que las grandes corporaciones utilizan en sus sistemas de ingeniería fiscal.
El departamento de selección de la Agencia Tributaria tiene ya órdenes de buscar los mejores perfiles para incorporarse a la Delegación Central. A ellos se les sumarán las herramientas digitales más avanzadas de las que dispone la Agencia para analizar la situación de las compañías.
La Agencia Tributaria española es de las más destacadas del mundo en materia digital. Gracias a los recientes cambios normativos, que obligan a las empresas a aportar ingentes cantidades de información a la Aeat, los inspectores cuentan ya en sus bases de datos con una gran cantidad de información sobre las compañías. «Lo que queremos ahora es hacer es un uso inteligente de toda esa información que ya tenemos», apunta Cervantes.
Con la aplicación de las técnicas de análisis de última generación, la Agencia Tributaria creará un mapa de riesgos que permitirá a los inspectores conocer, antes de enfrentarse a los expedientes, qué riesgos en fiscalidad internacional puede tener una compañía. «Lo que queremos es saber dónde tenemos que mirar y quién tiene más posibilidades de hacer algo mal, para que lo controlemos de manera más sencilla», explica Cervantes.
En cualquier caso, el jefe de la Dependencia de Control Tributario y Aduanero de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes, manifiesta su intención de llegar a «acuerdo razonable» con las multinacionales y rechaza que todo este sistema aparezca como un infierno fiscal. «España tiene un problema de litigiosidad en materia tributaria y nos esforzamos en reducirla», sostiene. «En mi dependencia se firma el 80% de las actas con acuerdo y conformidad», añade.
Aunque los procedimientos de los inspectores y el funcionamiento del propio algoritmo informático son secretos, Carlos Cervantes sí precisa las operaciones a las que estarán más atentos desde su departamento. De este modo, destaca la importancia de las operaciones vinculadas.
También atenderán a las pérdidas recurrentes o las empresas con resultados muy pequeños. «Yo me he encontrado con filiales españolas que llevaban 25 años declarando pérdidas», indica. Además, cuando se produzca una caída significativa de la rentabilidad, la Agencia también vigilará a la compañía. Si tras una reestructuración la empresa divide su fiscalidad entre 10, y aparece Suiza de por medio, está claro que algo hay», añade. Por otra parte, Cervantes asegura que hay modelos de negocio con más riesgo en esta materia. «Un claro ejemplo son las compañías con pagos en línea», apunta.
El nuevo «cuerpo de élite» que anuncia la Agencia Tributaria y sus avanzadas herramientas tecnológicas ha obligado a los fiscalistas a mejorar la implantación digital en materia fiscal de sus clientes. «Lo que hacemos es crear instrumentos digitales para que las empresas tengan, al menos, la misma información sobre ellos mismos que la que maneja la Agencia Tributaria», explica José Ignacio Box, socio de Deloitte Legal. El despacho ha creado una división que trabaja en todos los riesgos fiscales de estas compañías, junto a los departamentos tecnológicos de Deloitte. «Estamos desarrollando herramientas que analicen la información de la misma manera que lo hace Hacienda y, además, que permitan hacer una preinspección para saber por dónde hay que trabajar para evitar sanciones en el futuro», señala Box.
El especialista recuerda que la Aeat está muy avanzada en materia digital y que las empresas no pueden ir por detrás. «Sabíamos que después de la digitalización de IRPF e IVA, se iban a poner a trabajar en materia de fiscalidad internacional y que iban a utilizar el análisis de datos para el mapeado de riesgos», asevera José Ignacio Box.
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