El presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), José Luis Escrivá, instó ayer al Gobierno, durante el XXIV Encuentro de Economía de S’Agaró, a abordar la reforma del sistema de financiación para exigir “reglas fiscales en plenitud” a las comunidades autónomas ya que de no ser así tendrá un problema de autoridad moral. “En la medida en que algunas pocas comunidades autónomas se sienten, y con razón, infrafinanciadas, es difícil exigirles que cumplan luego con las reglas fiscales en plenitud”, señaló Escrivá, que recordó que el nuevo sistema de financiación “sigue pendiente”. Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo en funciones, recogió el guante y aseguró que la reforma de la financiación autonómica “será una prioridad” para el Gobierno.
Antes de participar en las jornadas de S’Agaró, que organizan la Fundació Internacional Olof Palme, la Cámara de Comercio de España y La Vanguardia, la ministra señaló la modernización de la industria del automóvil como uno de los retos de la agenda del futuro gobierno. Y preguntada sobre el futuro de la planta Nissan de Zona Franca, señaló que el Gobierno de España trabaja junto con la dirección de la planta de Nissan y los sindicatos en un proyecto industrial para que la fábrica pueda albergar un nuevo modelo que dé continuidad a la factoría para que siga siendo un foco “de riqueza y empleo”. Cuestionada sobre si teme la venta de la planta, Maroto indicó que no se está trabajando en ese escenario. “Nissan es una marca que confía en España y lo ha demostrado”, explicó.
En una mesa redonda moderada por el presidente de CaixaBank, Jordi Gual, el consejero ejecutivo de BBVA José Manuel González-Páramo explicó que la economía mundial se está desacelerando “más rápido de lo esperado”, ya que se ha pasado de unas previsiones de crecimiento para este año del 3,8%, al 3,3% hace sólo tres meses y al 3,2% en la actualidad. Sin embargo, González-Páramo dijo que esta desaceleración “se está estabilizando” y el concepto recesión aún “no está en un escenario central a nivel global”. Una desaceleración que atribuyó entre otras causas a la guerra comercial entre Estados Unidos y China que “genera incertidumbre porque no sabemos cuándo se estabilizará la situación” y que repercute en una pérdida de dinamismo en las exportaciones del sector industrial y se filtra también al sector servicios.
A esa guerra comercial se refirió también el economista Alfredo Pastor, que instó a las empresas a “adaptarse” y “buscar oportunidades” que surjan en ese escenario. “Habrá una retracción en la globalización que puede ser transitoria, la consigna es la adaptación a la guerra comercial”. Pastor también puso énfasis en la revolución digital, muy avanzada en el campo de la industria y menos en el sector servicios. Pastor instó a no “hacer una revolución digital a lo bruto” ya que de ser así dijo que “hay muchas opciones de dejar gente en la cuneta”.
Otro reto, en este caso para la banca, es el que planteó ayer la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, quien aseguró que se enfrenta al objetivo de “recuperar la reputación y su imagen frente a la sociedad”. Delgado recordó los “excesos” de la banca de hace una década que llevaron a la reducción de un 30% en la cifra de oficinas, un 40% en el número de empleados y un descenso de 90.000 empleados y pidió no rebajar los estándares de concesión de crédito. En este sentido pidió que no deben repetirse algunos comportamientos del pasado como la relajación en las condiciones de concesión del crédito.
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