Desde hace casi un año medio, la querencia de Donald Trump por las barreras comerciales es el principal dolor de cabeza de los inversores. Ayer el presidente estadounidense anunció una nueva oleada de aranceles: sobre Francia, por la tasa Google, y sobre Argentina y Brasil, como castigo porque su divisa está barata. El hecho de que los dos países latinoamericanos gasten sus reservas de dólares para evitar esta caída no cambia los planes de Trump. Las medidas despertaron las ventas de un mercado temeroso de que la guerra comercial se agrave, y el Ibex sufrió su mayor caída en dos meses.
Hoy el mercado intenta recomponerse; por más que la sesión en Asia haya sido de pérdidas, éstas han sido más moderadas que en Europa, al igual que lo fueron en Wall Street. De este modo, los futuros sobre el Eurostoxx 50 suben en torno a un 0,4% y también avanzan los derivados sobre el S&P 500.
El mercado, en este contexto, tampoco es optimista sobre la relación con China, visto el gatillo fácil del ex magnate. Ayer Pekín rechazó el atraque de barcos de la Armada estadounidense en Hong Kong, tras la legislación aprobada en Washington en apoyo de las protestas. Y, aunque el PMI en China fue ayer muy positivo a primera hora de la mañana, el de Estados Unidos fue peor de lo previsto, quedando en apenas 48,1 puntos cuando se esperaban 49,2
Con el modo de corrección activado, los tipos de la deuda volvieron a caer en Estados Unidos y Europa, aunque sin movimientos de gran violencia. En las divisas, el dólar se vio ayer muy castigado, con una caída del 0,56% hasta los 1,1075 dólares por euro que marca esta mañana. Los datos económicos y el riesgo de guerra comercial hacen caer la divisa, que cotiza a 109,18 yenes.
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