La Comisión Europea (CE) y Francia coordinan la respuesta a Estados Unidos después del anuncio de que impondrá aranceles de hasta el 100% a productos franceses por valor de 2.400 millones de dólares tras concluir que la tasa digital francesa discrimina a las tecnológicas estadounidenses. «La Unión Europea (UE) actuará y reaccionará como una y seguirá unida. Estamos coordinado con las autoridades francesas los próximos pasos», dijo este lunes el portavoz comunitario Daniel Rosario.
Este rehusó, no obstante, anticipar si la UE tomará represalias en caso de que Washington llegue a imponer efectivamente los aranceles. El portavoz comunitario recalcó que el anuncio de Estados Unidos no supone que los aranceles se apliquen de forma inmediata, sino que «abre varias vías posibles para materializar esa acción». «Si ocurre y cuándo ocurra, trabajaremos a partir de ello», dijo.
La UE considera que la situación debe resolverse en la Organización Mundial del Comercio (OMC) y buscará «negociaciones inmediatas (con EEUU) para resolverlo de forma amistosa» con el fin de evitar recurrir a un procedimiento de resolución de disputas, explicó el portavoz.
El anuncio de EEUU de ayer lunes es el resultado de una investigación que el Gobierno del presidente Donald Trump ha llevado a cabo durante cinco meses sobre el impuesto digital de París y que concluye que esa tasa «discrimina a las compañías estadounidenses, es incompatible con los principios vigentes de la política fiscal internacional y es insólitamente onerosa para las empresas de EE.UU. afectadas».
La Oficina del Representante de Comercio Exterior de EEUU (USTR, en sus siglas en inglés) anunció en consecuencia los «aranceles adicionales de hasta el 100 % sobre ciertos productos franceses». La lista de bienes que estarían sujetos a estos gravámenes engloba 63 categorías con un valor comercial aproximado de 2.400 millones de dólares y en ella aparecen productos como varios tipos de quesos, bolsos, vino espumoso y varios artículos de maquillaje.
Además, la USTR evalúa si abrir investigaciones del mismo tipo sobre los impuestos a los servicios digitales de Austria, Italia y Turquía. Francia promulgó oficialmente en julio la conocida como tasa GAFA (por Google, Apple, Facebook y Amazon), que fija la imposición del 3 % sobre la facturación del negocio digital de esas empresas para obligarlas a pagar impuestos en Francia por los beneficios que obtienen gracias a los internautas franceses.
La Unión Europea intentó introducir este impuesto en los Veintiocho, pero las reticencias de algunos Estados -precisamente por las potenciales represalias estadounidenses- llevaron a posponer la medida a la espera de que se encuentre una solución global en la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económicos (OCDE). La Comisión Europea retomará la iniciativa al nivel comunitario si no hay acuerdo para finales de 2020.
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