La política fiscal en la zona euro es el mundo al revés. Los que tienen que bajar deuda no lo hacen y los que disponen de margen no lo emplean, denuncia el Banco de España en un documento publicado este martes. Y eso hace que la política fiscal agregada no sea la “adecuada”. Tener la combinación correcta “resultaría especialmente importante en un contexto en el que, a pesar de que el tono acomodaticio de la política monetaria se ha intensificado, siguen apreciándose síntomas de debilidad en la actividad y se mantienen notables riesgos”, sostiene.
Según la Comisión Europea, ocho países, entre ellos España, presentan un elevado riesgo de incumplir sus obligaciones de reducir el déficit. Sin embargo, Alemania, Holanda o Austria podrían emprender una política fiscal más expansiva y mantener sus cuentas saneadas. Además, según destaca el Banco de España, la inversión pública se encuentra en unos “niveles reducidos” tras la crisis.
En definitiva, “el logro de una mejor combinación de las políticas económicas a escala europea resulta extraordinariamente complejo. […] No existen mecanismos que ayuden a internalizar la importancia de alcanzar una política fiscal adecuada”, afirma el supervisor español.
De ahí que pida un instrumento fiscal centralizado para lograr “la orientación adecuada de la política fiscal en la zona euro”. Y da cifras al respecto: si empleasen todo su margen los países que pueden, el PIB del conjunto del euro aumentaría hasta en 0,5 puntos en el primer año para luego ir diluyéndose su efecto lentamente. Eso sí, siempre que se dedique a inversión. Si se hiciese con gasto corriente el impacto sería bastante menor, subraya.
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