Italia aprobará este lunes la ley de Presupuestos Generales, que introduce algunos impuestos sobre el uso del plástico, bebidas azucaradas y ganancias derivadas del juego, después de que se supere el voto de confianza, una estrategia empleada para acelerar la aprobación y evitar las enmiendas. El Gobierno formado por el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y algunas formaciones progresistas han conseguido evitar la votación de las enmiendas, al imponer un voto de confianza que se votará mañana en la Cámara de los Diputados para la aprobación final de los Presupuestos.
Una estrategia que ha sido muy criticada por la oposición, que ha acusado al Gobierno de violar la democracia al evitar el debate parlamentario. Con estos presupuestos, Italia prevé conseguir 32.000 millones de euros para el próximo año y calcula que el crecimiento será del 0,6% para 2020, un déficit del 2,2 % del producto interior bruto (PIB) y una deuda del 135,2 %.
Entre las medidas, algunas de las más polémicas y criticadas por la oposición, ya que penaliza a las industrias, es la que establece un impuesto al plástico, 45 céntimos por cada kilo y que también incluye el tetrapak y del que se espera se puedan conseguir mil millones en tres años. También se ha introducido el controvertido llamado «impuesto al azúcar», que supone 10 céntimos por cada kilo de bebida azucarada, y que entrará en vigor a partir del próximo octubre de 2020.
Y un nuevo impuesto para las empresas digitales con el objetivo de llegar a los 708 millones de euros por año. Además, se espera recaudar más de 300 millones de euros en las ganancias de las loterías y juegos de azar, al aumentar al 20 % el impuesto sobre las ganancias que superen los 500 euros. Mientras que se han asignado cerca de 3.000 millones para reducir impuestos en el trabajo, la llamada cuña fiscal, a los cerca de 4,5 millones de trabajadores con ingresos de entre 26.600 euros y 35.000 euros, que recibirán uno 500 euros más en 2020 y 1.000 euros más en 2021.
También prevé la abolición de un parte del copago sanitario y se prevén inversiones por un valor de 2.500 millones entre 2020 y 2022 destinadas a proyectos eco-sostenibles. Se destinarán 2.500 millones de euros para rebajar el coste de las guarderías en el país, como medida para incentivar los nacimientos. Así como prevé incentivos para fomentar el uso de tarjetas de crédito y débito para combatir la evasión fiscal, por valor de 3.000 millones de euros en 2021.
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