La tasa de inflación aceleró con fuerza en diciembre para cerrar el año en el 0,8%, merced a la subida de precios de los combustibles y pese a que la luz sigue marcando mínimos. Finalmente, se produjo el acelerón de fin de año que pronosticaban los organismos que analizan la economía, aunque la evolución de la electricidad, que mantiene la tendencia descendente un mes más, ha contribuido a mitigar el empujón de los dos últimos meses.
Según el dato adelantado este lunes por el INE, los combustibles han sido el elemento más decisivo para que el IPC pase del 0,4% de noviembre al 0,8% de diciembre. Es el segundo mes en que la tasa interanual marca una trayectoria ascendente. El índice comenzó el año en el 1%, acelerando hasta el 1,5% de abril, pero en mayo inició una pronunciada cuesta abajo hasta el 0,4% de junio. En julio volvió a acelerar levemente (0,5%), pero volvió a la senda bajista en agosto, para marcar en septiembre y octubre el 0,1%, la tasa más baja en tres años. Ha sido en los dos últimos meses cuando el índice ha experimentado una acusada tendencia al alza que ha dejado la cifra final de inflación en el 0,8%, la mitad de lo que subieron las pensiones en enero, el 1,6%.
A falta de conocer la subida exacta experimentada por los carburantes, que el INE publicará en un par de semanas, hay que tener en cuenta que, además, su evolución compara con la bajada de precio que registraron en los meses finales de 2018, con lo que el efecto base se acentúa.
En el lado contrario, la electricidad ha sido el producto de la cesta que más tira hacia abajo del índice. El precio de la luz sigue marcando mínimos por las condiciones meteorológicas, que favorecen el uso de las energías más baratas del mix (eólica, solar, hidroeléctrica). Igualmente, tampoco se conoce el detalle de la subida de la luz, pero según los datos de OMIE, el operador mayorista ibérico, el precio medio del megavatio / hora (MW/h) en ha sido de 33,8 euros, un 45,3% menos que los 61,81 que marcó en diciembre de 2018.
De hecho, es la luz la que mitiga la subida del índice y que ha dejado cortas las previsiones de IPC que manejaba, por ejemplo, Funcas. Así, el IPC cayó un 0,1% en diciembre respecto a noviembre, en lugar de la subida del 0,2% que pronosticaba el servicio de estudios de la fundación de las cajas de ahorro. Esa cifra llevaba la previsión de Funcas a un 1,1% interanual; finalmente, la tasa registrada efectivamente ha sido tres décimas menores.
Finalmente, en el último mes de 2019, el índice Armonizado (IPCA), el que se elabora en términos comparables para todos los miembros de la UE, situó su tasa interanual en el 0,8%, tres décimas más que en noviembre.
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