Los pensionistas españoles han ganado este año cerca de un punto porcentual de poder adquisitivo. Es la primera vez que suman poder de compra desde 2015. También ganan capacidad de compra la mayoría de los asalariados, por las subidas en convenio, y los funcionarios, cuyos sueldos en ambos casos subieron más del 2%. Aunque el IPC aceleró a final de año, levantando las tasas de septiembre y octubre, desconocidas desde 2016, la tasa de diciembre se quedó finalmente en el 0,8%, según adelantó el INE este lunes. Son ocho décimas por debajo del 1,6% que subieron las pensiones con la actualización de comienzos de año. La cuenta sale también para los perceptores de pensiones si se toma la media anual, que se queda levemente por debajo del 0,7%.
“En 2019, habrá una ganancia de poder adquisitivo de las pensiones por primera vez en años”, dijo el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en la rueda de prensa posterior al último consejo de ministros de 2018, cuando se aprobó el real decreto ley que subía un 1,6% las pensiones por segundo año seguido. Entonces, la previsión del IPC para el cierre de 2019 estaba en el 1%, con lo que se preveía que los pensionistas serían, a final de año, seis décimas de punto más pudientes.
Al final, será algo más. El INE informó este lunes de que el IPC de diciembre de 2019 fue del 0,8% interanual, cuatro décimas más que en noviembre, por el aumento de los precios de los carburantes, que bajaban hace un año. Ya se preveía el acelerón de final de año, sobre todo “por el efecto escalón que se produce al comparar con las tasas de finales del año pasado, cuando se produjo una fuerte caída de los combustibles», explica María Jesús Fernández, economista senior de Funcas, el servicio de estudios de las antiguas cajas de ahorro. En todo caso, el arreón final fue menor de lo esperado por la institución –preveía una tasa del 1,1%-, según Fernández por el inesperado comportamiento de la luz, que ha marcado este mes precios mínimos desde hace cinco años y que sigue en trayectoria descendente. En diciembre, el precio medio ha sido de 33,8 euros el megavatio/hora, un 45,3% más bajo que el mismo mes de 2018.
En cualquier caso, el empujón final deja la tasa en el 0,8%, la mitad de lo que subieron las pensiones en enero. Son ocho décimas de ganancia de poder adquisitivo, una alegría que los pensionistas no se llevaban desde el raquítico 0,25% de 2015. Ese año, las pensiones subieron el mínimo del 0,25% que marcaba la reforma del Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP) que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy en 2013, cifra que confrontó con unos precios estancados (0%).
Tanto en 2016 como en 2017, se repitió la subida mínima del 0,25%, por debajo de la inflación, pero ya en 2018, Rajoy acordó con el PNV dejar aparcado el nuevo sistema y aprobó una subida del 1,6% y del 3% para las pensiones mínimas. Ese año la inflación de diciembre se situó en el 1,2%, pero se tomó como referencia la media anual, que fue del 1,7%, por lo que se compensó a los pensionistas con una paguilla del 0,1% restante en febrero de este año.
Para la pensión mínima de jubilación de 642,9 euros, significa una ganancia de poder adquisitivo de 5,14 euros al mes, unos 72 euros al año si se tiene en cuenta las 14 pagas. Para una persona que reciba una pensión máxima de 2.659,41 euros mensuales, es como si hubiese ganado 21,3 euros más al mes, casi 300 euros más al año. Si, como recomiendan los expertos, nos atenemos a la media anual, el dato de inflación de 2019 ni siquiera llega al 0,7%, por lo que la ganancia de capacidad de compra sería mayor.
No solo los pensionistas ganan poder adquisitivo en 2019. También, y en mayor medida, lo han hecho la mayoría de trabajadores asalariados y los funcionarios. La recuperación económica tardó en llegar para los salarios, pero en 2019, tras cuatro años de crecimiento, por fin experimentaron subidas significativas. “Los sueldos pactados en convenio han crecido, a cierre de noviembre, un 2,3%”, recuerda Mari Cruz Vicente, secretaria de Acción Sindical de CC OO, mientras que los de los funcionarios, merced al pacto alcanzado en marzo de 2018, lo hicieron un 2,5% a partir de enero. Así que son, respectivamente, un 1,5% y un 1,8% más pudientes. Por no hablar del 22,3%, hasta 900 euros, que subió el salario mínimo interprofesional tras el acuerdo entre PSOE y Podemos a finales de 2018.
Vicente valora positivamente que los salarios “recuperen parte del poder adquisitivo perdido desde la crisis”. “Ese era el objetivo del IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva firmado entre sindicatos y patronal hace año y medio y por ahora está cubierto el objetivo”, recuerda, advirtiendo que “aún falta un año, por lo que la política salarial debe ser la misma” en 2020. Gonzalo Pino, de UGT, celebró también la subida. “Era el momento de políticas que sirvan para la recuperación de los salarios” y abogó por subidas del entorno del 3% para el año que viene%.
Para 2020, el Gobierno tiene intención de que el SMI vuelva a subir, aunque deja en manos de los agentes sociales el ritmo de subida. Sí ha fijado un 0,9% de revalorización de las pensiones, aunque esta deberá esperar a que haya un Gobierno para ser plasmada en un decreto ley que mantenga suspendida la reforma de 2013, como sucedió en 2018 y 2019. “El IPC estará en línea con esa subida”, anticipa María Jesús Fernández, recordando que la previsión de Funcas el del 1%. “La cifra adelantada por el Gobierno es factible, aunque siempre dependerá de los precios de la energía: los combustibles y la electricidad, y estos son impredecibles”.
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