El acuerdo de Gobierno entre Podemos y PSOE tendrá un fuerte contenido social y económico. A lo largo de 49 páginas ambos partidos han dado forma a un pacto que pretende según su índice temático, consolidar el crecimiento y la creación de empleo de calidad, ampliar derechos sociales e impulsar la regeneración democrática, luchar contra el cambio climático, atender necesidades de industria, Pymes, autónomos y sector primario. Además de procurar nuevos derechos.
Según el documento, la medida estrella, que aparece como la primera del documento, es la derogación de la reforma laboral, que en algunos casos va algo más allá de lo previsto inicialmente. Según asegura el texto ambos partidos pretenden «recuperar los derechos laborales arrebatados por la reforma laboral de 2012 e impulsar en el marco del diálogo social la protección de las personas trabajadoras y recuperaremos el papel de los convenios colectivos».
El PSOE abandona la fórmula de derogar “los aspectos más lesivos de la reforma laboral” y apuesta por la derogación de esta norma. Si bien, la derogación de la norma no parece que vaya a ser literal y total, ya que el programa especifica qué cambios legales “urgentes” estarán detrás de esta medida. Las principales serán la desaparición del despido por absentismo, que ya existía en la ley antes de 2012 pero que la reforma del PP facilitó; la recuperación de la ultraactividad de los convenios que hace que estos estén vigentes hasta la firma de uno nuevo, y que la reforma limitó a un año; también se recuperará la prioridad aplicativa de los convenios sectoriales sobre los de empresa. En este último caso, se acaba con la primacía de los acuerdos de empresa ha generado una importante devaluación salarial sobre todo en el sector de las compañías que prestan servicios a otras.
En materia laboral las subcontrataciones se limitarán a la contratación de servicios especializados pero ajenos a la actividad principal de la empresa. Asimismo, se dificultarán las inaplicaciones de los convenios colectivos en materia salarial, que la reforma también facilitó, a la existencia de un nuevo concepto: “causas económicas graves”.
En materia de contratación, el programa también toca algunos cambios sustanciales que hizo la reforma de 2012, si bien sin llegar a derogarlos y abordándolos en el marco del diálogo social y sin la “urgencia” de las medidas anteriores. Es el caso, por ejemplo, de la autorización administrativa en los despidos colectivos. La reforma de 2012 eliminó totalmente esta autorización al tiempo que facilitó las causas objetivas para este tipo de despidos. El programa habla de “revisar las causas de despido para hacer más precisa la definición de las causas” y “reforzar el papel de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y la autoridad laboral en el control de los despidos colectivos y en otros expedientes de regulación de empleo”, pero sin llegar a recuperar la autorización administrativa.
Asimismo, Podemos ha renunciado a eliminar la contratación temporal, como era su intención inicial. Aunque el PSOE sí se compromete a endurecer dicha contratación eventual para desincentivar su uso, de forma que “la contratación indefinida sea la forma ordinaria de acceso al empleo”. Para ello “reforzarán el principio de causalidad de la contratación temporal y las sanciones aplicables a su uso fraudulento.
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