Acabado el año es hora de hacer balance de la siniestralidad por motivos diferentes de la acción del hombre que deberá afrontar el seguro mundial. La compañía alemana Munich Re ha contabilizado hasta 820 catástrofes naturales en 2019, de las que se derivan unas pérdidas totales de alrededor de 150.000 millones de dólares (unos 135.000 millones de euros). Este daño económico se sitúa en el promedio registrado en los últimos 30 años, según la reaseguradora.
De este importe, en torno a un tercio, 52.000 millones de dólares (casi 47.000 millones de euros), se corresponden con bienes asegurados y, por tanto, ésta es la factura por grandes desastres que recaerá sobre la industria mundial del seguro, calcula la entidad germana. Dicha proporción evidencia que siguen existiendo importantes sectores económicos sin cobertura aseguradora, sobre todo en mercados emergentes y países en desarrollo, añade.
Munich Re explica que el año pasado, además, se percibió una alta concurrencia de pérdidas por inundación, que a menudo no disfrutan de la misma protección que los daños ocasionados por el viento en la mayoría de los países industriales. Con todo, el impacto económico de estos fenómenos adversos para el seguro se redujo casi un 40% respecto a 2018, cuando la industria enfrentó una merma de 86.000 millones de dólares.
Como un año atrás, Japón se volvió a ver fuertemente perjudicado por el efecto de tifones muy severos. En concreto, los ciclones tropicales Hagibis y Faxai, que golpearon el área de Tokio, se convirtieron en los dos eventos catastróficos más costosos de 2019 tanto por pérdidas generales como por daños asegurados.
Según las primeras estimaciones de Munich Re, el impacto de Hagibis alcanza los 17.000 millones de dólares, de los que el seguro cubrirá 10.000 millones. Faxai, por su parte, causó un perjuicio total de aproximadamente 9.000 millones de dólares, de los que 7.000 millones correrán a cargo de la industria aseguradora.
La mayor tragedia humanitaria fue el ciclón Idai, que azotó Mozambique y algunos países vecinos, como Malawi o Zimbabue, en marzo, provocando la muerte de más de mil personas. El daño económico supera los 2.300 millones de dólares, calcula la reaseguradora alemana, de los que casi nada estaba asegurado. Las pérdidas solo en Mozambique se corresponden con aproximadamente una décima parte de su PIB, «un enorme impacto en un país muy pobre».
El huracán Dorian, el más destructivo del año en el Atlántico, y los graves incendios que aún hoy siguen asolando Australia se encuentran asimismo entre los peores desastres acaecidos en el año. En Europa, añade Munich Re, la combinación de olas de calor y tormentas de granizo se alza como la mayor causa de pérdidas por catástrofes naturales.
Powered by WPeMatico