El nuevo ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, no ha esperado lo más mínimo para avanzar públicamente las prioridades de su gestión. En materia de pensiones ha sido muy claro: el nuevo Gobierno garantizará la revalorización de las pensiones con el IPC, “pero también reduciendo el déficit de la Seguridad Social de forma rápida y efectiva”. El sistema terminará este año con un déficit acumulado de casi 80.000 millones por lo que su reducción exigirá, sin duda, algún tipo de ajuste. De momento, Escrivá podría estrenarse mañana en el primer Consejo de Ministros, aprobando la revalorización de las pensiones un 0,9%, conforme al IPC previsto.
Asimismo, avanzó que la Seguridad Social asumirá las pensiones de las clases pasivas, que cobran unos 600.000 empleados públicos, que se jubilaron antes de 2011, y que supone unos 14.000 millones de euros que se pagan con impuestos. Igualmente, citó entre sus prioridades una “reflexión del sistema de previsión social complementaria” que engloba a los planes de pensiones colectivos de las empresas y a los privados individuales. Si bien, todos los cambios que se promuevan en materia de pensiones estarán orientados, según ha dicho, a ofrecer “certidumbre” entre los pensionistas y los trabajadores “en el corto, medio y largo plazo”.
En cualquier caso, citó en varias ocasiones su disposición a la negociación para “buscar soluciones justas y equitativas” para el sistema de pensiones. Para ello, perseguirá “el consenso entre fuerzas políticas y agentes sociales” para llevar a cabo una reforma “equilibrada, creíble y sostenible social y económicamente”. Es más, ha precisado que las recomendaciones pactadas en el Pacto de Toledo -que finalmente no se aprobaron por el rechazo de los responsables de Unidas Podemos, entre ellos la hoy ministra de trabajo, Yolanda Díaz, presente en el acto- serían “un excelente punto de partida.
Escrivá, que recibió la cartera de manos de la ex ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, dio a su discurso un tono más social de lo esperado y dijo que situar la “Inclusión” como primera denominación de su ministerio no es algo casual, sino que una de sus prioridades será implantar un “ingreso mínimo vital”, sobre el que “ha reflexionado en los últimos tiempos”. De hecho, desde la Airef, que presidía hasta ahora, diseñó un sistema de renta mínima, que ahora podría impulsar desde su nueva responsabilidad.
En concreto, este sistema pretende, según explicó que los más afectados por la crisis, que aún no se han recuperado, tengan una transición justa a la sociedad, el trabajo, la educación o la vivienda, “superando el carácter subsidiario” con el que se aborda ahora a los colectivos más desfavorecidos. “Se trata de conseguir un crecimiento inclusivo que debe acompañarse de objetivos y metas tangibles”, ha dicho.
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