China ha cuadrado su balance económico. En el último año, su PIB creció un 6,1%, según ha anunciado esta mañana la Oficina Nacional de Estadística. Esta cifra supone el ritmo más bajo en 29 años, lo que atestigua tanto la progresiva desaceleración del gigante asiático como lo vertiginoso de la velocidad a la que ha avanzado en las últimas décadas.
El dato correspondiente al cuarto trimestre, publicado hoy, era la pieza que faltaba para completar el mural del año. Entre octubre y diciembre la economía china marcó un 6%, guarismo idéntico al del tercer trimestre, lo que supone una repetición del resultado más bajo desde que en 1992 las autoridades chinas comenzaran a hacer pública la evolución trimestral. No es necesario remontarse muy atrás para encontrar el mínimo anterior: corresponde al segundo semestre de este mismo año, en el que la economía repuntó un 6,2%.
Este 6,1% hace de 2019 el año menos dinámico desde 1990, cuando la inestabilidad política y social posterior a la matanza de Tiananmen redujo el crecimiento al 3,9%. El episodio, que tuvo lugar en mayo de 1989, también afectó al desempeño económico del año anterior (4,2%). Obviando ambos resultados, para encontrar un dato inferior al de hoy es necesario remontarse 38 años, a 1981, cuando el PIB avanzó un 5,1%.
Pese a representar otro peldaño descendente en la serie histórica, la cifra de este viernes cumple con los pronósticos del Gobierno, que el año anterior fijó sus ambiciones entre un 6,5 y un 6%. De este modo, China se mantiene en la senda que le permitirá lograr el objetivo de doblar su tamaño en este 2020 con respecto a una década atrás. Los datos también están en consonancia con las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial.
“Un 6,1% encaja con la tendencia del desarrollo de nuestra economía, que pasa por un decrecimiento gradual del ritmo de crecimiento. No es fácil lograr una tasa del 6,1% mientras el resto del mundo está en proyección negativa”, apunta por teléfono Hongcai Xu, economista jefe del Centro Chino para el Intercambio Económico Internacional. “Además, nuestra eficiencia está avanzando: los datos de empleo son positivos, el IPC y los mercados financieros mantienen la estabilidad, la balanza de pagos está equilibrada… En general, creo que la economía China en 2019 ha seguido progresando de manera sólida”.
Otros datos publicados hoy también muestran una lectura positiva respecto al estado de la economía china. Las ventas al por menor, índice clave para valorar los gastos de los consumidores en un país que busca fomentar la demanda doméstica, creció un 8% en 2019, un punto porcentual menos que en 2018. La producción industrial, calibre de la manufactura china, avanzó un 5,7% en el último año, por encima de las expectativas, pero también menos que el anterior (6,2%).
Powered by WPeMatico