España logró otro récord de turistas extranjeros en 2019, con 83,7 millones de viajeros internacionales y un gasto de 92.337 millones de euros, según las cifras presentadas ayer por la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. Unas cifras superiores a las estimadas inicialmente el pasado 20 de noviembre, fecha en la que hizo público un primer balance de cierre, con 83,4 millones de turistas y 92.000 millones de gasto.
“Lo que hemos constatado es que la crisis de Thomas Cook se corrigió más rápido de lo previsto inicialmente, que la cumbre internacional para luchar contra el cambio climático impulsó definitivamente el gasto turístico en Madrid y que la llegada de viajeros a Cataluña no se vio tan afectada por la sentencia del proceso”, recalcó en la comparecencia de prensa
Ese último dato ya fue avanzado por la consultora STR, que, tras analizar los datos de 174 hoteles de Barcelona, concluyó que la ocupación hotelera apenas bajo dos puntos hasta el 83,39% en octubre, mientras que los precios crecieron un 9,1% hasta los 155,8 euros, mientras que el ingreso por habitación disponible (el principal indicador de rentabilidad de la industria hotelera) se situó en 130 euros, un 6,9% más. La razón de ese crecimiento fue la celebración conjunta de tres congresos médicos en octubre, que congregaron a 48.200 asistentes y que compensaron el ajuste registrado en el turismo vacacional.
Maroto recalcó que ese máximo histórico en las llegadas y el gasto (los datos definitivos los dará a conocer el INE el próximo 3 de febrero) se ha logrado en un contexto en el que los dos mayores mercados emisores (Reino Unido y Alemania, con un tercio de las llegadas) se han debilitado y cuyo impacto “se vio compensado por las mayores llegadas de viajeros de EE UU y de algunos mercados asiáticos como China, Japón o Corea”.
La titular de Industria, Comercio y Turismo resaltó que no solo se trata de buscar turistas de calidad fuera de los mercados emisores tradicionales, sino también de analizar “perfiles” diferentes dentro de esos países para mejorar la desestacionalización (que los viajeros internacionales no solo lleguen en temporada alta) y el perfil del turista tradicional para apostar por otro con mayor poder adquisitivo.
La titular de Industria también destacó que el turismo cerró el pasado ejercicio con 2,4 millones de afiliados, lo que supuso un crecimiento del 3,2% en términos relativos y de 75.026 trabajadores. El turismo aporta en la actualidad el 12,3% del PIB y el 12,7% del empleo en España. Maroto utilizó estas cifras para rechazar las críticas vertidas desde distintos sectores empresariales o desde el Banco de España sobre el efecto negativo que la subida del salario mínimo interprofesional del 22%, en vigor desde el pasado año, tendría sobre la contratación. “No solo no la ha lastrado, sino que lo ha reforzado al sector como un vector generador de empleo. De cara a la nueva legislatura, la nueva subida del SMI debe abordarse en el marco del diálogo social”, recordó.
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