Francia ha dado temporalmente marcha atrás en la aplicación de su tasa digital para evitar una escalada comercial con Estados Unidos. En el marco de las negociaciones entabladas con Washington para llegar a un acuerdo sobre el impuesto a los gigantes de internet, también conocido como tasa Google, París propuso este martes congelar hasta diciembre el pago de su tasa correspondiente a 2020.
La noticia fue aplaudida por el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, quien aprovechó para advertir a Reino Unido e Italia de que, si deciden imponer una tasa digital, también se enfrentarán a los aranceles de la Administración Trump. El jefe de la Casa Blanca ha venido amenazando con imponer aranceles de hasta el 100% a la importación de productos franceses por valor de 2.160 millones de euros en represalia a esta tasa, por considerar que perjudica a las empresas estadounidenses.
Fuentes del Ministerio francés de Economía indicaron este martes que esta propuesta será discutida mañana miércoles en la reunión que mantendrán en el Foro de Davos el ministro galo Bruno Le Maire con el equipo negociador dirigido por Mnuchin.
El planteamiento francés supone aplazar hasta diciembre los pagos correspondientes a abril y noviembre. En caso de no llegar a un acuerdo en el seno de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), se procedería a su recaudación en diciembre, y de alcanzar un pacto internacional pasaría a aplicarse la nueva normativa. El objetivo de las autoridades francesas es facilitar una solución en el marco de la OCDE y renunciar a su impuesto en cuanto se ponga en marcha una alternativa internacional.
La denominada tasa GAFA (acrónimo de Google, Apple, Facebook y Amazon) es un impuesto a los gigantes de internet que afecta no solo a las compañías tecnológicas estadounidenses, sino a las multinacionales cuyos ingresos anuales superen los 750 millones de euros en todo el mundo y los 25 millones en territorio galo.
La normativa francesa, promulgada en julio pasado, recoge que las grandes compañías tecnológicas tributen por el 3% de su facturación en los países donde operan y no sólo en los que eligen como sede social porque las condiciones fiscales les resultan más favorables.
Powered by WPeMatico