El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado este miércoles durante su intervención en el Foro Económico Mundial que se celebra en Davos (Suiza) que el nuevo Ejecutivo “siempre ejercerá rigor fiscal y una sólida gestión de las cuentas públicas”, con el “compromiso” de reducir la deuda y el déficit público para generar mayor confianza y permitir “más posibilidades de acción”, al tiempo que ha defendido la “justicia tributaria” y redistribuir la riqueza.
Así lo ha trasladado durante su intervención en el plenario del Foro Económico Mundial de Davos, en el que ha destacado el “contexto positivo” de la economía española, al seguir creciendo por encima de la media europea y ser el crecimiento “robusto y más equilibrado”, corrigiendo las “burbujas y excesos del pasado” y haciéndose “más resistente a shocks internos y externos”, en tanto continúa la creación de empleo.
“Siempre ejerceremos el rigor fiscal y una sólida gestión de las cuentas públicas”, ha prometido Sánchez ante los asistentes al Foro de Davos, en el que ha mostrado el “compromiso” del nuevo Gobierno de coalición con la reducción de la deuda pública y el déficit público, ya que generará mayor confianza entre los agentes económicos y permitirá al Ejecutivo tener “más posibilidades de acción”.
Según ha aseverado Sánchez en Davos, el nuevo Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos no será un Ejecutivo que se quede de “brazos cruzados” y sea “mero observador”, sino que está “realmente dispuesto a actuar” desde la “rendición de cuentas”.
De igual forma, Sánchez se ha referido al “problema real de la evasión fiscal” y ha defendido la necesidad de “justicia fiscal” para que haya “justicia social”, asegurando que “no basta redistribuir la renta mediante impuestos”, sino que hay que “avanzar” en la redistribución y asegurar que el mercado se forma de manera “más justa”.
También se ha centrado en remarcar la necesidad de una “auténtica igualdad” entre hombres y mujeres, apostando por una ley que consagre la igualdad salarial, en los permisos de paternidad, en la organización de la jornada laboral para permitir compartir las responsabilidades y la “inquebrantable” lucha contra la violencia de género.
En referencia a la justicia social, ante una desigualdad que “se va agudizando”, con 2,2 millones de niños en riesgo de pobreza en España, “ha llegado el momento de entrar en una era que instaure el progreso colectivo, la inclusión social y de los miembros más vulnerables como sello de identidad”, ha apostillado. “Una nueva era que resuelva los fracasos el neoliberalismo a través del progreso”, ha añadido.
El presidente del Gobierno ha reclamado que “el progreso no se haga a expensas de los seres humanos”, y ha insistido en hablar de “impuestos, tributos, paraísos fiscales” y en “abrir puertas hacia la justicia fiscal”, así como establecer un salario mínimo vital que “asegure que todo ciudadano vive libre de pobreza”, un nuevo pacto social por la redistribución de ingresos y por el fortalecimiento del Estado de bienestar.
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