Los trabajadores españoles y en general en la media de los países desarrollados, en edades más avanzadas, empeoran tanto sus competencias numéricas como sus compresiones lectoras. Así lo determina el Programa de Evaluación Internacional de las Competencias de los Adultos (PIAAC en sus siglas en inglés), una base de datos elaborada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para analizar las habilidades cognitivas de los individuos entre 16 y 65 años de 24 países desarrollados.
Según las conclusiones de este programa, recogidas por el Banco de España en su informe Envejecimiento, productividad y situación laboral, que se ha publicado hoy, «el cambio en las habilidades de las personas con la edad sugiere la conveniencia de poder reasignar las tareas de los de los trabajadores (mayores) para que puedan seguir manteniendo una carrera laboral productiva».
Si bien, en las estimaciones para el mercado laboral español los trabajadores mayores de 50 años aumentan de forma significativa su dedicación a tareas relacionadas con las habilidades de planificación sobre las tareas de aquellos que tienen entre 30 y 34 años.
Esto ocurre, porque «las tareas relacionadas con la lectura se mantienen o amplían con la edad, especialmente para los colectivos con educación media y alta», indica este estudio. Además, la experiencia laboral parece favorecer las tareas relacionadas con la habilidad de organización, revisión del trabajo ajeno y planificación. En este punto surge la segunda recomendación del Banco de España: reorientar las tareas de los mayores de 50 años hacia labores organizativas de supervisión.
«Es probable -dice el Banco de España- que los trabajadores en edades cercanas a la jubilación estén relativamente más capacitados para proseguir sus vidas laborales en puestos de trabajo que requieran un mayor uso de este tipo de habilidades planificadoras».
Por el contrario, los datos correspondientes a España indican que las personas mayores de 50 años reducen las tareas que requieren habilidades de escritura y también «se observa una reducción notable en la realización de tareas intensivas en habilidades físicas, numéricas y tecnológicas».
No obstante, este organismo advierte de que existen dos dificultades a la hora de reasignar las tareas de los trabajadores de más edad. La primera es que cuando este cambio de actividad se tiene que producir dentro de la misma empresa, es algo más sencillo de llevar a cabo en empresas de cierto tamaño, que no son precisamente las más comunes en España.
Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que utilizan los investigadores del Banco de España indican que el 42% de los trabajadores con poca formación de entre 50 y 54 años está empleado en empresas de menos de 10 trabajadores, mientras que este colectivo representa el 28% en la zona euro. Esta presencia de trabajadores mayores en microempresas en España se reduce al 36% en el caso de empleados con formación media alta.
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