Así lo ha señalado el profesor visitante del departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de Esade, Ignacio Conde-Ruiz, en la presentación de la ‘Diana de Esade 2019’, después de la actualización del cuadro macroeconómico y la nueva senda por parte del Gobierno, que ha rebajado la previsión de crecimiento al 1,6% y ha elevado la meta de déficit al 1,8% este año, al tiempo que aprobó un alza del techo de gasto del 3,8%, hasta los 127.609 millones de euros.
Conde-Ruiz ha recordado que dicho límite de gasto no financiero es el más elevado de los últimos años, por lo que anticipa una política fiscal expansiva, pero con «escaso margen» y «muy similar» a la de los últimos tiempos.
A su juicio, las cifras presentadas por el Gobierno, a falta de conocer la previsión de ingresos públicos para el ejercicio actual, dejan entrever que continuará el tono expansivo de la política fiscal y considera que no se producirá una reducción del déficit estructural, tal y como demanda la Comisión Europea. En caso de haberla, será «muy pequeña», ha dicho.
En cualquier caso, cree que los datos irán en la línea de los últimos ejercicios y se producirá «cierto tono expansivo y en límites razonables». Las últimas previsiones de Esade apuntan a un crecimiento del 1,7% este año, una décima más que el Gobierno, y un déficit del 2% del PIB, dos décimas por encima del pronóstico del Ejecutivo.
Durante la presentación de la ‘Diana de 2019’, Conde-Ruiz ha destacado el hecho de que en 2019 se registrase un mayor crecimiento del PIB que del paro, algo que si continúa cree que sería «muy positivo» porque significa que está aumentando la productividad, algo necesario para el crecimiento a medio y largo plazo. «Es bueno que el PIB crezca más que el empleo, ojalá sea un cambio estructural», ha manifestado.
Por otra parte, se ha referido al coronavirus como posible factor dañino para la economía, si bien ha abogado por esperar a ver si se controla la epidemia, ya que podría no tener ningún impacto, aunque si se llegase a descontrolar cree que el turismo podría ser uno de los sectores afectados. En todo caso, podría compensarse la menor llegada de turistas de la región asiática con un mayor volumen de visitantes de otras zonas, algo que dependerá de la evolución de la epidemia.
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