Pedro Sánchez ha viajado con la intención de mantener el mismo nivel presupuestario que el marco anterior, con un saldo positivo que supera los 2.000 millones de euros por ejercicio, según datos de la Comisión Europea. Los principales frentes se encuentran en los fondos de cohesión comunitarios y en la Política Agrícola Común (PAC), de la que España es el segundo mayor beneficiado, solo por detrás de Francia.
Se prevé que las negociaciones sean más duras y tensas de lo normal, sobre todo después de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, que ha dejado un agujero en el presupuesto comunitario que oscila entre los 60.000 y los 75.000 millones de euros para los próximos seis años.
No será fácil conseguir el objetivo, y Sánchez, antes de comenzar un encuentro que se prevé que dure días, aseguró, ya en suelo belga, que el borrador que ha puesto sobre la mesa Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, es “muy decepcionante”, por lo que las negociaciones “probablemente sean largas y complejas”, tal y como recogen las agencias. Michel ha pedido a los líderes europeos que reserven en sus agendas este fin de semana para conseguir cerrar el acuerdo cuanto antes. El tiempo apremia, y son varias las voces que advierten que el proceso ya empieza tarde, por lo que peligran los plazos pensados para 2021, e incluso las partidas para 2022.
El documento preliminar de Michel plantea un recorte del 12% y el 14% en los fondos de cohesión y en las partidas de la PAC, respectivamente. El plan fija el gasto en 1.094.800 millones de euros, el equivalente al 1,074% de la renta nacional bruta (RNB) conjunta. La cifra supone una caída respecto al 1,16% que representó el marco anterior (2014-2020), así como al 1,11% que pide el Ejecutivo comunitario y al 1,3% que reclama la Eurocámara.
Este jueves, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), en plena guerra por los precios del campo, alertó en un comunicado que en caso de que se cumpla el borrador planteado por Michel, la agricultura española perderá 925 millones de euros anuales, con “un fuerte descenso del gasto agrario en términos reales (-14,1%)”, que será “más drástico en el desarrollo rural (-24%) que en el capítulo de ayudas directas de la PAC (-10,1%)”. Este último punto, el que sufre una caída menos acusada, es el que más preocupa al Ejecutivo. En cifras, el actual MFP fija para la PAC algo más de 410.300 millones de euros a nivel comunitario, un número que caería a los 329.300 millones de euros en caso de que el plan de Michel tuviera luz verde.
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