El avance del coronavirus durante el fin de semana en Corea del Sur y en Italia, con la amenaza económica que lleva consigo, causó este lunes un desplome bursátil inédito desde el referéndum sobre la salida del Reino Unido de la UE. En España, el Ibex se anotó una caída del 4,07%, la mayor desde el histórico hundimiento del 12,35% de junio de 2016. Peor fue en Italia, donde el MIB se dejó un 5,43%, mientras Londres, París o Fráncfort cayeron entre el 3% y el 4%. El temor al impacto del virus en la economía mundial también hundió el petróleo más de un 4%, mientras que el valor refugio por excelencia, el oro, subió un 1%. Wall Street tampoco ayudó, con una caída del 3,56%.
“Los inversores de renta variable abrieron los ojos al riesgo que supone el coronavirus”, explica a EL PAÍS Nuria Álvarez, analista de Renta 4. “Los mercados de deuda, que llevaban días bajando, decían una cosa y la Bolsa, al alza las últimas semanas, otra”, resumía. Hasta este lunes. Las noticias sobre el avance de la Covid-19 llegadas durante el fin de semana desde Corea del Sur (siete muertos, más de 800 contagios), Irán y, especialmente, desde Italia, con siete fallecidos, cierre de colegios y restricciones de movimientos en varias regiones del norte del país, terminaron por expandir entre los inversores el temor a que la epidemia suponga un riesgo importante para la economía mundial.
“Hoy por hoy, tras el acuerdo entre EE UU y China sobre la guerra comercial, el coronavirus es la mayor amenaza a corto plazo”, señala Álvarez. La analista asume que la evolución e impacto real que pueda tener son muy difíciles de prever, máxime cuando todavía no hay datos sobre su efecto en el crecimiento mundial. La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, advirtió el domingo de que podría lastrar una décima el crecimiento de la economía mundial, dejándolo en el 3,2% este año. Gilles Moëc, economista de AXA Investment, recordaba en un análisis que “Lombardía, Véneto y Emilia-Romaña [las regiones italianas más afectadas] representan por sí solas el 40% del PIB en Italia y el 6% del PIB de la eurozona”.
Con todo esto, las Bolsas europeas se despertaron este lunes en pánico. Si bien Shanghái contuvo la caída al 0,28%, con jornada festiva en Tokio, el Hang Seng de Hong Kong ya cayó un 1,8% y el índice Kospi de Seúl se hundió un 3,87%, anticipando la debacle en Europa. Finalmente, las Bolsas europeas se dejaron entre el 3,3% de Londres y el 5,4%, de Milán. Wall Street no ayudó, con una caída del 3,56% del Dow Jones.
Mientras, el Ibex se dejó un 4,07%, la mayor caída desde el 24 de junio de 2016, con los valores relacionados con el turismo entre los más castigados. El consorcio de aerolíneas IAG y la hotelera Meliá fueron los peores, con caídas del 9,3% y del 7,5%, respectivamente. Aena perdió un 5%. También se colaron entre las más bajistas las acereras ArcelorMittal y Acerinox, con golpes del 6,9% y el 5,1%.
“Tiene sentido que caigan los valores relacionados con los recursos básicos por el temor a una ralentización de la economía china y mundial, o los turísticos”, señaló Susana Felpeto, directora de renta variable de ATL Capital. La analista expresó su sorpresa por que las Bolsas, ya en niveles muy altos, no reflejaran la semana pasada el aviso lanzado por Apple de que sus cuentas se verían afectadas por problemas de suministro en China.
Ningún valor se salvó de la quema en el Ibex. Los bancos cedieron todos más del 3%; Repsol un 5,6%; Naturgy, un 4,1%; Inditex, con cientos de tiendas y casi dos millares de proveedores en China y que tiene en Italia uno de sus mercados más importantes, un 6,2%. Las operadoras Telefónica y MásMóvil se quedaron, con Viscofan o Ence, con las menores caídas. Felpeto se mostró optimista sobre la evolución bursátil a medio plazo, “pero no esta semana”. “Todavía puede bajar un poco más”, advirtió.
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