Las mujeres han sido la goma elástica de los pantalones del mercado laboral catalán durante la crisis económica. Es decir, cuando el empleo ha adelgazado, la temporalidad entre las mujeres ha decaído. Y, cuando ha recuperado peso, esta se ha disparado. Así lo revela la evolución de la tasa de temporalidad en el reciente ciclo económico de crecimiento. Pues si hombres (18,9%) y mujeres (18,8%) tenían tasas de eventualidad parejas en el 2013, en el 2019, el 22,8% entre las mujeres carecían de un contrato de duración indefinida, frente al 19,7% de los hombres.
Desde CCOO apuntan a que ellas son las más perjudicadas por la externalización de servicios en las empresas, a la vez que ocupan sectores con mayores índices de inestabilidad laboral. El caso del sector público es un ejemplo, pues ellas están ocupadas en mayor proporción en la Administración y a su vez tienden a hacerlo en mayor medida como interinas o temporales. En Catalunya hay 1,5 veces más mujeres que hombres en el sector público. Y la eventualidad es más frecuente entre las empleadas catalanas; del 27%, frente al 19,5% de los empleados varones.
La falta de ofertas de empleo público en los últimos años, vinculada a los recortes y a la inestabilidad política, explica en gran parte el mantenimiento de esas cifras. Sin unos nuevos presupuestos, el margen para el Gobierno central para sacar a concurso plazas de empleo público es muy limitado. Lo que a su vez condiciona las tasas de reposición, que dificultan a las comunidades autónomas para sacar sus propias oposiciones. Sectores como la sanidad, la educación o los servicios sociales son nichos con altas tasas de feminización y muy afectados por altas tasas de temporalidad.
Esa ausencia de convocatorias de oposiciones ha provocado un progresivo incremento del número de interinos; en Catalunya la cifra alcanza los 105.000 empleados públicos temporales. Unos 891.400 en toda España, según los últimos datos disponibles de la Encuesta de Población Activa (EPA). La cronificación de esas altas tasas de rotación e interinaje ha provocado múltiples manifestaciones a lo largo del territorio español y el caso ha llegado hasta los tribunales europeos. Está previsto que el próximo 19 de marzo el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) emita una sentencia en relación a si el Reino de España comete o no un abuso en la contratación temporal en la Administración pública.
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