El Covid-19 sigue haciendo estragos en la economía. Ahora ha sido la patronal bancaria mundial la que ha hecho un drástico recorte en sus previsiones de crecimiento económico para 2020. Y lo que es más relevante, esas estimaciones golpean con especial intensidad en la línea de flotación de las dos economías principales del planeta, EEUU y China. En el primer caso, según el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés), el recorte es de siete décimas (del 2% al 1,3%), mientras que, en China, el PIB avanzará apenas un 4%, muy por debajo del 5,9% estimado inicialmente.
Lo de ‘apenas’ no es una licencia literaria, sino que es la dura realidad de una economía que se está ralentizando de forma severa. Hasta el punto de que se trata del peor registro desde que en la segunda mitad de los años setenta el presidente Deng Xiaoping lanzó las primeras reformas liberalizadoras de la economía china. En coherencia con esos recortes, la patronal de la industria financiera estima que el crecimiento global caerá hasta el 1%, muy por debajo del 2,6% del año anterior, tasa que puede considerarse como una recesión global. Los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI) estiman que un crecimiento del planeta por debajo del 3% es equivalente a una recesión.
El Instituto de Finanzas Internacionales es la asociación que reúne la industria financiera, con cerca de 450 miembros procedentes de 70 países. Sus asociados incluyen bancos comerciales y de inversión, gestores de activos, compañías de seguros, fondos soberanos o de cobertura.
Como recuerda el IIF, se trata del menor crecimiento desde la Gran Recesión de 2009, y aunque los efectos del coronavirus son particularmente intensos en las cadenas industriales de suministro, la patronal bancaria advierte de que también está afectando de forma relevante al sector servicios. En particular, al turismo y a todo lo que lo rodea, lo que es especialmente relevante debido a que es intensivo en utilización de mano de obra. Estas previsiones son incluso más severas que las que han realizado otros organismos multilaterales, como la OCDE, que, recientemente, recortó medio punto el crecimiento global.
Estas rebajas, lógicamente, tienen que ver con los daños económicos colaterales del coronavirus. Este mismo jueves, la IATA, la asociación que reúne las compañías de aviación, actualizó sus estimaciones iniciales y estimó pérdidas de ingresos globales en 2020 para el negocio de pasajeros de entre 63.000 millones de dólares (unos 56.800 millones de euros), en un escenario donde el Covid-19 esté contenido, y 113.000 millones de dólares (unos 102.000 millones de euros), en un escenario con una difusión más amplia. Todavía no existen estimaciones disponibles sobre el impacto en las operaciones de carga.
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