El cierre de los colegios genera una avalancha de clientes en Madrid. La distribución refuerza el suministro y la reposición, aunque cree innecesario almacenar productos. Las impactantes imágenes de estanterías vacías, carros de la compra llenos y miles de clientes haciendo cola para pagar en los supermercados de Madrid que llevan dos días circulando por redes sociales y grupos de WhatsApp provocaron que las grandes patronales de la distribución se coordinaran ayer para mandar un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos.
«Pueden faltar algunos productos al final del día en los lineales, pero serán puntuales y las cadenas de suministro y logística están funcionando para que no haya problemas en su reposición. El abastecimiento de alimentos está garantizado», aseguró Anged, la patronal de la gran distribución, que agrupa a Carrefour, Alcampo, El Corte Inglés o Eroski, entre otras cadenas.
«No es necesario hacer acopio de productos básicos, ya que los comercios españoles están preparados para garantizar el servicio. Tenemos una de las distribuciones alimentarias más eficientes de Europa», señaló Aecoc, la patronal del gran consumo, que reúne a 30.000 empresas, desde productores a distribuidores.
Asedas, que representa a Mercadona, Dia, AhorraMás o Covirán, entre otras, reforzó este argumento con datos para llamar a la calma. «Las 400 plataformas logísticas repartidas por todo el país permiten abastecer una red de más de 24.300 supermercados e hipermercados y 30.000 tiendas de comercio tradicional. En España existe una tienda de alimentación por cada 2.000 habitantes y la cifra baja a 840 consumidores si se suma la distribución detallista, por lo que no es necesario almacenar alimentos».
La petición de tranquilidad a los ciudadanos fue acompañada con la explicación de las medidas que se están tomando para garantizar el suministro. «Lo primero que hay que tener en cuenta es que hasta el momento se trata de un tema casi puntual de Madrid y que todos los grupos de distribución han tomado medidas para reforzar y garantizar sus cadenas de suministro», aseguraron desde Anged.
Un portavoz de un gran grupo de supermercados afirma que, salvo que la situación se complique, lo normal es que las personas que están comprando arroz, leche o pasta en cantidades superiores a lo que es habitual reduzcan su consumo durante las próximas semanas porque «hay un límite en lo que se puede comer y en lo que se puede almacenar en casa», por lo que «prevemos que aunque ahora crezcan mucho las ventas, en los próximos días nos encontremos con una bajada».
Hasta que las cosas vuelvan a la normalidad, «las empresas de distribución están procediendo a la reposición con mayor frecuencia», explicaba ayer Asedas. Preguntada a este respecto, una empresa de distribución señaló que, aunque muchos productos puntuales se terminaran ayer en sus estanterías, «hoy volverán a estar repuestos» y que, a corto plazo, no hay nada que vaya a faltar.
«Todos los centros de Madrid están abastecidos y siguen operando en su horario habitual. Estamos trabajando con colaboradores y proveedores para garantizar la disponibilidad de los productos para nuestros clientes», señalaba otra importante cadena de supermercados. Lidl ha pedido a sus proveedores aumentar su suministro para garantizar que no faltan productos en Madrid.
Una visita ayer a tres tiendas situadas en distintos puntos de la ciudad mostraba que el papel higiénico, el aceite, el arroz, la pasta, la leche y el agua embotellada son los productos que más se están demandando. La afluencia de clientes era muy superior a lo habitual. «Hemos notado un incremento de las compras desde hace dos semanas», explicaba ayer el director de ventas de una importante cadena de supermercados, que cifraba en cerca de un 40% el aumento de la facturación de ayer sobre el mismo martes de la semana pasada. Otro grupo cifró la subida en más de un 30%. «Hay productos cuya venta se ha duplicado, pero en muchas categorías no se ha producido un alza», decía el portavoz de una cadena.
El aluvión de compras ayer en Madrid se trasladó al canal digital. La app de un supermercado no funcionaba, el teléfono de otro no dejaba de comunicar y, sobre todo, no había franjas disponibles de entregas a domicilio.
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