El Ayuntamiento de Barcelona «flexibilizará» el pago de las tasas municipales, caso por caso, por parte de las empresas, los autónomos y los particulares. La decisión afecta a la figura impositiva que abonan los bares y las cafeterías por tener las terrazas en la calle, al nuevo recargo local sobre las pernoctaciones en los hoteles y a la de recogida de basuras, que abonan todos los comercios e industrias.
Esta es una de las medidas fiscales que este lunes ha acordado el equipo de gobierno municipal que encabezan la alcaldesa, Ada Colau (BComú) y el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni (PSC). Todas las «flexibilizaciones» en el pago de los impuestos y tasas municipales se abordará «caso por caso» a través de una nueva oficina tributaria que pondrá en marcha el consistorio, ha asegurado Collboni. «No queremos que haya negocios que tengan que bajar la persiana por la emergencia sanitaria», ha señalado Collboni.
Los comercios, bares y restaurantes, autónomos y empresas estarán eximidos de pagar la tasa de terrazas y la de recogida de residuos comerciales e industriales durante los días que no puedan prestar su actividad a raíz del estado de alarma que ha decretado el Gobierno central. En el caso de que la tasa de terrazas, además, se devolverá la parte proporcional si ya han abonado al consistorio esta figura impositiva. En una segunda fase, se estudiarán cambios en las licencias para que los restauradores puedan ajustar la tasa a su actividad real durante el año 2020.
Comparecencia por videoconferencia del primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, que se encuentra confinado desde la pasada semana por el coronavirus. En cuanto al recargo municipal de hasta cuatro euros por noche que desde este año grava las pernoctaciones en establecimientos hoteleros, Collboni ha dicho «que se aplaza hasta septiembre su cobro como medida de apoyo al sector».
El primer teniente de alcalde ha destacado que todas estas medidas han sido acordadas con los agentes del sector, y que el gobierno municipal las ha adoptado con el consenso de los dos partidos que lo integran, BComú y los socialistas.
Según Collboni, el Ayuntamiento es «consciente de la angustia que sufren muchas empresas, ya que estos días no está entrando dinero en el cajón». «Para Barcelona, la economía de la ciudad es muy importante, y no queremos que cierre ninguna empresa y que haya despidos» por la afectación en la actividad que implica el estado de alarma, ha señalado.
El Ayuntamiento garantiza que abonará todos los contratos públicos pese a que su prestación o ejecución haya tenido que paralizarse por la emergencia sanitaria. Las únicas condiciones que pondrá a las empresas son «mantener la ocupación y que no haya regulaciones no acordadas». En cuanto a las obras públicas, todas se han paralizado con dos excepciones: el recinto del puerto deportivo del Fòrum y las tareas de extracción de agua freática en la Plaça de les Glòries Catalanes.
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