La primera de las voces levantadas contra Pedro Sánchez ha sido la de CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) y Cepyme (pequeñas y medianas empresas), porque consideran que la medida de parón de actividad no esencial va a generar un “enorme impacto, sin precedentes” en la economía y han pedido que se acompañe de otras que eviten “una destrucción masiva de tejido empresarial y del empleo de manera definitiva”.
Rechazo absoluto ante una medida que, “con toda seguridad, solo contribuirá a hacer más profunda y grave la crisis socioeconómica a la que ya nos estamos enfrentando a consecuencia de la expansión del coronavirus” muestran, entre otras, las siguientes agrupaciones: Confemetal (Confederación de Asociación Empresariales del Metal), Confebask (patronal vasca) y sus asociaciones miembro –Adegi (Gipuzkoa), Cebek (Confederación Empresarial de Bizkaia) y SEA (Empresas Alavesas)–, la FER (Federación de Empresas de la Rioja), Ganvam (Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios), CEIM y Pimec (pequeños y medianos empresarios de Cataluña).
Las patronales insisten en que “la medida que solo puede haberse tomado desde el desconocimiento del funcionamiento de una economía avanzada como la española, hará imposible mantener un nivel mínimo de actividad que garantice la eficiencia para enfrentarse a la crisis sanitaria”.
Para Confemetal “desembocará inevitablemente en una grave ralentización de las esenciales, solo puede ser fruto de la irresponsabilidad y de la más absoluta ignorancia que supone no valorar las consecuencias económicas que la medida va a generar”.
Alerta del caos que va a provocar en un tejido económico formado en 98% de pymes a las que el Gobierno no tiene derecho a someter a más tensiones, con sus ingresos reducidos o desaparecidos y obligadas a abonar sueldos, cotizaciones sociales e impuestos. Opinión similar tienen en Confebask: “Hará más difícil superar esta crisis sanitaria salvaguardando a la vez, el máximo de empresas y empleos”.
Ganvam ha advertido de que medidas tan drásticas como el pago de las nóminas con la actividad parada “herirá de muerte a las pymes y provocará el colapso económico”. En Pimec añaden que “las empresas tengan que avanzar el pago de 15 días del permiso retribuido recuperable es poco responsable y de nula sensibilidad empresarial”. Y en el Instituto de la Empresa Familiar recuerdan que “la salud es lo primero pero las medidas debían haber sido consensuadas”.
Las patronales repiten la misma cantinela, “ahora más que nunca se hace necesario continuar con una mínima actividad productiva que, de una parte, garantice el suministro necesario para los sectores esenciales en la lucha contra el Covid-19 y, de otra, sirva para, superada la crisis sanitaria, afrontar la salida de la grave coyuntura económica y social a la que estamos abocados”. Abogan por mantener la actividad de las empresas, con todas las medidas de seguridad y salud que sean necesarias, como la mejor forma de proteger la sanidad y los servicios públicos.
Para los empresarios hubiera sido mejor decretar dos semanas de vacaciones, puesto que recuperar estas horas será muy complicado, y han alertado de la situación de quiebra económica en que se encontrarán muchas compañías, que se agravará en las próximas dos semanas.
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