El índice de precios al consumo (IPC) se situó en marzo en el 0,1% interanual, seis décimas por debajo de la cota anotada en febrero (0,7%), principalmente debido al descenso de precios de los carburantes y combustibles. Según el indicador adelantado de la evolución de los precios publicado este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación suma dos meses consecutivos a la baja y vuelve a situarse solo una décima por encima del cero como ya ocurrió en septiembre y octubre del pasado año.
Tras esos dos meses de inflación mínima, el IPC interanual emprendió una tendencia ascendente en noviembre (0,4%), diciembre (0,8%) y enero (1,1%), para después moderarse al 0,7% en febrero y, según el dato adelantado, al 0,1% en marzo.
Pero, de momento, la bajada es transitoria. “El IPC ha caído conforme a una tendencia lógica con las circunstancias; aunque acabe situándose en terreno negativo, será algo previsiblemente coyuntural”, comenta Santiago Carbó, catedrático de Economía de Cunef, que prevé un impacto mayor el próximo mes (la cuarentena se prorroga hasta el 12 de abril y la producción no esencial se paraliza hasta el 9, por lo que el dato no recoge aún todo el frenazo de marzo).
“La presión del consumo sobre los precios es reducida y, en un escenario de previsible recesión, es lógico que bajen. En marzo, la disminución se ha debido principalmente a la caída de precios de los carburantes, y en abril se unirán caídas en otros sectores”, explica.
Este economista augura, además, que el alza del IPC vendrá con la recuperación. “Primero, tal vez de forma algo más marcada, y luego, de vuelta al escenario de moderación que venía registrando. Son previsiones válidas si, como deseamos, el efecto del Covid-19 no se prolonga más allá del inicio del verano”, advierte.
El INE cita el descenso de los precios de los carburantes y combustibles como el factor que explica este comportamiento bajista de la inflación, ya que estos productos se encarecieron en marzo del pasado año. En términos mensuales, los precios cayeron un 0,3% en marzo con respecto a febrero, cuando en marzo de 2019 avanzaron un 0,4%.
Para Andreu García Baquero, analista del área de análisis económico de mercados de Afi, la desinflación –reducción del IPC sin llegar a cero o a negativo– es ya un hecho. “Solo con la contribución negativa de los precios del carburante ya nos encontraríamos en esta fase. Pero si sumamos la más que probable contracción económica, la inflación subyacente, en el 1,2% interanual a febrero de 2020, iniciará una tendencia bajista en al menos el próximo trimestre, y se eleva la probabilidad de que cierre 2020 con una tasa negativa para el conjunto del año. Por el contrario, es muy probable que la interanual se sitúe en los próximos meses por debajo de cero”.
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